Mientras iba en el tren de Kunming (capital de la provincia de Yunnan) a Kaili (en la provincia vecina de Guizhou) pensaba: En pocas horas voy a estar en un pueblito en medio de las montañas, en uno de esos lugares ocultos que pocos conocen, donde voy a caminar sin turistas a la vista por medio de las terrazas de arroz, donde la gente local me va a mirar sorprendida (¿qué hace una extranjera por acá?… Seguir leyendo...