Fue lo de siempre. Una mañana decidimos dejar el desierto y partir rumbo al Valle del Todra (en el Atlas Central, la zona montañosa de Marruecos), así que armamos las mochilas (un trámite que con el tiempo se aprende a hacer cada vez más rápido), salimos en busca de un taxi (algo casi imposible a esa hora del día en Hassi Labied), tuvimos que respirar profundo (yo especialmente) y salir a caminar por la ruta con la esperanza de que pasara algún taxi o alguien nos levantara.… Seguir leyendo...