“Hola Aniko. Mi nombre es Micaela, tengo 17 años y soy de la provincia de Córdoba, Capital. Quería contarte que vos me inspiraste mucho a tomar la gran decisión de qué voy a hacer por el resto de mi vida. Para mí vos sos mi modelo a seguir, realmente me encanta lo que hacés y espero que nunca dejes esto que tanto te apasiona. Este año ya termino la secundaria y tengo decidido estudiar Licenciatura en Comunicación Social, con sinceridad es algo que me asusta mucho, pero no voy a dejar que mis miedos o lo que la gente diga me frenen. Quisiera que me aconsejaras un poco sobre cómo debo tomarme las cosas, esto de empezar la facu, seguir mis sueños, hacer las cosas que me gustan.

Te agradezco desde mi corazón por hacer lo que hacés, por amar lo que hacés y sobre todo por compartir con tantas personas esto que hacés. Sos mi modelo a seguir, gracias. Te mando un saludo grande, muchísima suerte.

Mica.”

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Querida Mica:

Primero quiero decirte gracias: por dejarme compartir tu mail con mis lectores y por inspirarme a escribir este post. Que me veas como modelo a seguir me hace sentir halagada y a la vez me genera cierta responsabilidad. Estoy haciendo lo que me gusta, es cierto, pero no tengo muchos años de experiencia —recién voy a cumplir 30, y solo pasaron siete desde que terminé de estudiar— ni tampoco todas las certezas. Sin embargo, me vi reflejada en tus palabras y sentí que necesitaba escribirte a vos y a mi yo de 17 años. Así que acá van las palabras de alguien que estuvo en la misma que vos y que todavía sigue tratando de descifrar la vida. Espero que te sirvan.

* Es normal estar asustada. Yo también tuve miedo cuando pasé del colegio a la facultad. A diferencia de vos, yo no elegí la carrera, sino que ella me eligió a mí. Como no sabía qué estudiar hice un test de orientación vocacional y me salió Comunicación Social, una carrera que ni sabía que existía. Cuando leí el plan de estudios sentí que encajaba muy bien con mis intereses. Tenía un poco de todo: diseño, escritura, cine, radio, televisión, historia, literatura. Sin embargo, todavía no sabía a qué de todo eso podría dedicarme. No sabés lo nerviosa que me sentí el primer día de clases cuando los profesores nos dijeron que la carrera le daba mucha importancia a la escritura. A mí me encantaba escribir pero no me animaba a mostrarle mis textos a nadie, mucho menos a una clase entera. Pensé: “Ya está, acá es donde voy a descubrir que soy pésima en esto y que tendré que dedicarme a otra cosa”.

"La creatividad requiere coraje"

“La creatividad requiere coraje”

* Comunicación Social es una carrera muy amplia y puede que te sientas un poco perdida. De mi camada, creo que no hay dos egresados que estemos trabajando de lo mismo, y eso es lo lindo: tengo un amigo que se dedica al teatro, otra que escribe en distintos medios, otra que hace la comunicación corporativa de una empresa, otra es editora de una revista, yo viajo. Más allá de las especialidades, la carrera de Comunicación te da herramientas para interpretar la realidad y te enseña a transmitir un mensaje. Vos tendrás que buscar qué transmitir y cómo, pero no te sientas obligada a tener que trabajar en un lugar determinado o a dedicarte a algo específico solo porque tenés el título de licenciada en Comunicación.

"Lo lindo de aprender es que nadie te lo puede sacar"

“Lo lindo de aprender es que nadie te lo puede sacar”. Foto: Skillshare

* Puede que con el tiempo tus intereses vayan cambiando. Quizá entres a estudiar creyendo que te gusta una cosa y después descubras que hay otra que te gusta más. Permitite eso. También puede pasar que durante los cuatro o cinco años de la carrera sientas que no encontrás “lo tuyo”. Me pasó. Sabía que quería escribir pero no quería estar en una redacción ni en una oficina. También me gustaba la parte de diseño e imagen, pero no sabía cómo combinar todo. Al final encontré lo mío después de haber estudiado. Y todavía sigo descubriendo cosas nuevas que me gustan.

Lettering de Sean Wes

“¿Querés ser único? Tenés que hacer lo que otros no están haciendo, y eso da mucho miedo”. Lettering de Sean Wes

* Disfrutá mucho la carrera, ser estudiante es una etapa muy linda, pero no le hagas caso a los que te dicen que después de la universidad se te termina la joda. Me lo dijeron muchas veces: “Aprovechá los dos/tres meses de vacaciones porque nunca más en tu vida los vas a tener”, “disfrutá esta libertad porque después empieza la vida real”. La que define cómo va a ser tu vida real sos vos. Para algunos la vida real es tener un trabajo fijo, un sueldo a fin de mes y 15 días de vacaciones al año: si lo eligieron sabiendo que tenían otras opciones, está bien. Pero que no te hagan creer que esa es la única manera de vivir.

* Tampoco le hagas mucho caso a los que te digan que tu carrera no tiene futuro, que vas a morirte de hambre o que ya hay demasiada competencia en ese rubro. También me lo dijeron. Pero, ¿sabés qué?, somos billones de seres humanos en el mundo, claro que ya hay mucho de todo y es verdad que siempre habrá competencia, pero todos somos distintos y deberíamos enfocarnos en usar nuestros talentos para crear cosas que todavía no existen, para cambiar el mundo y para hacernos más felices entre todos. Sea cual sea tu vocación, combinala con tu personalidad, dale ese toque único que solo vos podés darle. Inspirate en el trabajo de otros, pero siempre proponete encontrar tu propio estilo. Aprovecho para recomendarte un libro que, para mí, debería ser lectura obligatoria en todas las escuelas: [eafl id=”21083″ name=”El elemento” text=”‘El elemento’, de Ken Robinson”]

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“Sé vos mismo y poné algo lindo en el mundo”

 

* Tu trabajo no es tu empleo (work is not a job). Cuando estaba estudiando me estresaba pensar en entrar “al mundo laboral” porque, según tenía entendido, trabajar era algo horrible que había que hacer para ganar plata. Es decir: no era algo que diera placer o alegría, y me esperaban por lo menos cuarenta años de eso para poder retirarme y vivir la vida. No me convencía. Si bien mi mamá me educó para que me dedicara a lo que más me gustara, yo pensaba que ella lo había logrado porque tenía suerte —es artista—, pero que no sería mi caso. Después entendí que el trabajo va más allá del empleo de 9 a 5: es ese aporte positivo que solo vos podés darle al mundo, es tu pasión puesta en acción. Lleva tiempo, mucho esfuerzo y perseverancia, pero es posible vivir de lo que a una le gusta: todos podemos convertir nuestra pasión en nuestro trabajo. Es cuestión de creérselo y proponérselo.

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“No apuntes al éxito. Hacé lo que amás y vendrá de manera natural”

 

* Nunca dejes de educarte, aún cuando termines de estudiar. Esto no quiere decir que tengas que hacer masters y posgrados, hoy hay muchas manera de estudiar a distancia y de seguir aprendiendo en formas no tradicionales. Leé, investigá, sé autodidacta, practicá. Mirá muchas charlas TED: ahí, para mí, está la escuela del futuro. No tengas miedo de empezar a hacer algo solo porque no lo estudiaste en la facultad. Yo no estudié fotografía de manera formal y sin embargo saco fotos. Tampoco estudié diseño —si bien me quedé con las ganas— y es una de las cosas que más me gusta hacer.

* Sé emprendedora. Si no conseguís un trabajo, inventátelo. Si tu trabajo ideal no existe, sé la primera en hacerlo. No esperes a que te llegue la oportunidad perfecta: creala.

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“Hacelo con pasión o no lo hagas”

 

* No escuches a los que dicen que los sueños no se cumplen. Todo se puede y cualquier sueño se puede cumplir, pero tenés que proponértelo de verdad y poner muchas horas de trabajo y esfuerzo por detrás. La frase “hacé lo que amás y el universo conspirará a tu favor” es cierta, pero no te olvides de agregarle esto: “hacé lo que amás, poné toda tu energía y dedicación en eso, y el universo conspirará a tu favor”. Tampoco hagas propios los miedos ajenos: mucha gente no se anima a hacer lo que le gusta por miedo.

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“El único lugar donde el éxito viene antes que el trabajo es en el diccionario”

 

* Escuchá a quienes te aconsejen con amor y con experiencia. La envidia es muy destructiva y siempre habrá gente que querrá desalentarte: muchos no pueden tolerar que otros cumplan los sueños que ellos no se animaron a seguir e intentarán convencerte de nada es posible. Así que aprendé a tomar los consejos como de quien vienen y escuchá a quienes te hablen con el corazón.

*Andá paso a paso, pero no pierdas de vista tus objetivos. Recién estás por empezar a estudiar, así que andá de a poco. Disfrutá la carrera, conocé gente, aprovechá que vas a estar rodeada de personas con tus mismos intereses, pensá proyectos con otros, formá sinergias, hacé contactos. Descubrí qué es lo que te hace sentirte en tu elemento y tené una meta, aunque parezca inalcanzable o sea a largo plazo. La mía, a los 17, era que me pagaran por escribir acerca de otras culturas, que viajar fuese mi trabajo. A muchos les parecía una idea ridícula, típica de una soñadora que todavía no había caído en la vida real. Pero siempre tuve ese objetivo en la cabeza e hice todo pensando en eso. Así que paciencia, puede que los resultados de tu esfuerzo tarden en llegar, pero si tenés una meta sabrás hacia dónde caminar.

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“Planeá en décadas, pensá en años, trabajá en meses, viví en días”. Por Gaping Void

 

* Como me dijo una vez un amigo: “Toda experiencia es un éxito”. Depende de vos tomártelo así. Te vas a equivocar un montón de veces, te van a poner notas injustas, te vas a poner nerviosa en algún examen, no vas a llegar a tiempo a una entrega, no te van a dar el trabajo. Miralo como un éxito y vas a ver que de todo se aprende, aunque en el momento dé bronca.

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* Y por último, no estás sola. Yo también tuve tu edad y también tuve miedo. Lo sigo teniendo, en realidad, pero un poco menos que antes. Pensá que todos empezamos de cero, ningún escritor nació con sus libros bajo el brazo, y lo mismo se aplica a otras profesiones. Lo más difícil es tomar la decisión de dar el primer paso. Después, si le ponés pasión y perseverancia, todo se va dando.

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Trabajá mucho y sé buena con la gente

 

Una de las cosas que más me gustó de tu mail es que me dijiste que ya sabés lo que vas a hacer el resto de tu vida, pero no me contaste qué. Sea escribir, sea viajar, sea comunicar, lo que me estás diciendo es que tu plan es dedicarte a lo que te haga feliz, así que nunca te olvides de eso, sigas el camino que sigas.

Te dejo una reflexión de Séneca (tené en cuenta que escribió esto en el siglo 1):

Oirás a la mayoría decir: «A partir de los cincuenta me retiraré a descansar, los sesenta años me librarán de obligaciones». ¿Pero quién te garantiza una vida lo bastante larga? ¿Quién dará permiso para que eso salga como dispones? ¿No te da vergüenza reservar para ti los remanentes de tu vida y destinar para el bien espiritual solo ese tiempo que no se puede dedicar a ninguna cosa? ¡Qué tarde es empezar a vivir justamente cuando la vida termina! ¡Qué olvido de nuestra mortalidad tan estúpido aplazar los planteamientos sensatos para los cincuenta o los sesenta años y pretender empezar la vida en un momento al que pocos logran llegar!

Un abrazo y gracias por escribirme,

Aniko