Al final uno se instala, dice que va a dejar de viajar por un tiempo, que mejor quedarse quieto, y pasa lo mismo: surge un viaje. Acepté solo por una razón: Sue, la prima de mi mamá, húngara-canadiense, a quien no veía hacía cuatro años, iba a estar unos días en Salamanca, España.… Seguir leyendo...