Aprender un idioma nuevo es como juntar figuritas, especialmente cuando se trata de palabras que jamás había escuchado en mi vida.

Cada vez que leo o escucho una palabra que desconocía, pregunto su significado, me la apropio, la escribo en mi cuaderno (“la pego en mi álbum”), la miro letra por letra, la vuelvo a mirar, me imagino en qué situaciones podría usarla e intento captarla en conversaciones cotidianas.… Seguir leyendo...