Fin de un invierno en Granada
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Escribir, desde esta calurosa y húmeda Buenos Aires, acerca del frío polar que pasé en Granada me parece misión imposible. ¿Cómo transmitirles el frío que sentía en las manos y en los pies si en este momento estoy derritiéndome a fuego lento en una ciudad-horno con 45 grados de sensación térmica? ¿Cómo contarles lo que me costaba salir de la cama cada mañana si acá el rayo de sol matutino que me pega en la persiana me hace saltar de la cama en el acto? ¿Cómo describirles la vestimenta encebollada de la gente y el humito que nos salía junto con la respiración si acá muchos se están bañando en las fuentes públicas en plena Avenida 9 de Julio? Si pienso que hace escasas semanas tenía que ponerme calzas, pantalón, musculosa, remera, sueter de lana, gamulán, guantes, gorro y bufanda para salir a la calle me agarra más calor del que ya tengo. Aunque en realidad no debería quejarme: Granada fue lo último de un invierno que me persiguió durante más de un año y Buenos Aires volvió a darme la bienvenida a mi tan deseado y esperado verano.
[singlepic id=6610 w=625 float=center] Granada…
[singlepic id=6646 w=625 float=center] su Alhambra
[singlepic id=6592 w=625 float=center] y su gente abrigada.
Para los que también quieren leer la otra cara de la moneda, les cuento que nuestro viaje a dedo de Sevilla a Granada (256 km) no tuvo mucho éxito. Como salir de las ciudades no es fácil, nos tomamos un bus directo a Arahal, municipalidad ubicada al sudeste de Sevilla, y empezamos el dedo desde ahí. Tras la declaración de Laura: “Las mujeres nunca paran” nos frenó, en el acto, una mujer. En ese auto, sin embargo, pasó algo desafortunado que definiría el futuro de nuestro día autoestopístico: me dejé olvidado mi gorrito de lana con cara de pingüino. Era nuestro gorro del poder, el que hacía que los autos frenaran al vernos (probablemente de lo ridículo que me quedaba puesto). Horas después, mientras esperábamos en la ruta sin que nadie nos levantara, repetiríamos incansablemente: “Es todo culpa del gorro, si no lo hubiese perdido ya estaríamos en Granada…”. Una madre y su hija nos acercaron hasta una estación de servicio a pocos kilómetros y de ahí en más nadie nos levantó. Viendo que se hacía de noche (en invierno las horas para hacer autostop son menos…) cambiamos la ubicación e hicimos dedo para entrar a la ciudad e ir en busca de la estación de buses. Como dicha estación no existía nos sentamos en la única parada a esperar el único bus de la tarde y finalmente (con mucho frío y desembolso de euros de por medio) llegamos a Granada como a las 10 de la noche. Lo bueno es que unos días después nos desquitamos e hicimos Granada – Barcelona (855 km) en un sólo día, en dos transportes y casi todo a dedo. Así de impredecible es el camino…
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[singlepic id=6583 h=625 float=center] Primeras imágenes de Granada
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[singlepic id=6618 w=625 float=center] Y de sus paredes
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Granada nos recibió con frío, demasiado frío. Justo aquel día había nevado en las montañas y la temperatura había bajado mucho. Eso, sumado a que estaba por empezar el invierno en Europa, y eso, sumado a que hacía más de un año que yo personalmente estaba en invierno, no me dejó disfrutar al cien por ciento la ciudad. Esa noche, mientras esperábamos a Nico, nuestro couch, entramos a un bar de Plaza Nueva para refugiarnos del frío y, sobre todo, para ver si los rumores eran ciertos. Y sí, lo comprobamos: en Granada te ponen una tapa gratis con la bebida que te pidas. Un jugo, un agua, una caña (cerveza) cuesta 2 euros y el plato que la acompaña viene gratis. ¡Ojalá fuese así en toda España!
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Más tarde Nico nos pasó a buscar para llevarnos a su casa en el Albayzín, el antiguo barrio árabe de la ciudad. Unos días antes, en Sevilla, un amigo andaluz me había dicho: “Para mí Granada está ligada a recuerdos felices”, y cuando le comenté que me iba a quedar en el Albayzín me miró con cara de envidia y nostalgia: “No hay lugar más lindo que el Albayzín para vivir Granada”. Granada es una de esas ciudades de las que me hablaron mucho antes de conocerla. Muchos, incluso, osaron decirme que iba a gustarme más que Barcelona y tengo que aceptar que ambas quedaron casi a la par: Granada es un lugar en el que me gustaría vivir unos meses de mi vida. Siento que es una ciudad ideal para sentarme a escribir frente a una ventana… (me cuesta no medir las ciudades en términos de “lugares donde podría pasar una temporada escribiendo” y “lugares donde no podría pasar ni un día escribiendo”).
[singlepic id=6629 w=625 float=center] Me imagino trabajando en alguna de estas casitas
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[singlepic id=6625 w=625 float=center] con esta vista frente a mis ojos…
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Pero volviendo a aquella noche, Nico nos pasó a buscar y comenzamos el ascenso hacia el Albayzín. Digo ascenso porque literalmente tuvimos que caminar unos 15-20 minutos en subida por calles laberínticas. Aquel barrio, ubicado a unos 700 metros sobre el nivel del mar, fue uno de los antiguos núcleos de la Granada musulmana, junto con la Alhambra, el Realejo y el Arrabal de Bib-Arrambla. Y a medida que caminábamos y nos metíamos más y más adentro del barrio, no pude evitar transportarme a uno de los lugares que más me gustó de mis viajes: las medinas (antiguas ciudades árabes) de Marruecos. Descubrí en el Albayzín estructuras, construcciones y costumbres típicas de las medinas: la angostura de las calles me hizo acordar a Fez, las escaleras y subidas me hicieron acordar a Chauen, la arquitectura me hizo acordar a Tetouan, la vida callejera me hizo acordar a Tánger (aunque muchísimo menos exacerbada). Era como estar en una medina pero poblada de españoles. La diferencia es que esta medina era ordenada y las de Marruecos casi siempre se me presentaron como un caos pintoresco de vendedores, burros, motos, puestos callejeros y gente sentada en la calle. El Albayzín me ayudó a re-vivir mi contacto previo con lo árabe, aunque esta vez a través de España.
[singlepic id=6569 w=625 float=center] Dentro del Albayzín
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Lo malo de haber ido en invierno es que esa estación parece atentar contra mi rutina viajera. Me resultaba casi imposible salir de la cama a la mañana. La secuencia era: escuchaba el despertador, me destapaba la cara, sentía el aire frío pegándome en la nariz, pensaba “5 minutos más, por favor”, tocaba el botón “Snooze” de la alarma, me tapaba con la frazada hasta la cabeza, volvía a escuchar el despertador 5 minutos después y repetía el mismo proceso unas 10 veces. Cómo me cuesta el invierno. Durante el día, por la calle, sentía que el frío me traspasaba la ropa, tenía frío hasta en la cabeza, no me animaba a sacar fotos por miedo a que se me congelaran los dedos y no podía escribir nada en mi cuaderno porque la letra me salía deforme (tenía los dedos endurecidos). De noche, igual: apenas bajaba el sol no había polaina que me salvara. Y además, ¿a quién le da ganas de salir a la calle cuando sabe que podría estar metido en la cama?
[singlepic id=6622 w=625 float=center] Mientras hubiese sol, todo lindo
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[singlepic id=6631 h=625 float=center] pero a la sombra, te la regalo. Creo que si algún día viajo a Siberia voy a tener que ir con traje de astronauta.
Una sola vez salimos a conocer la noche del Albayzín. Estábamos en la casa, por irnos a dormir, y escuchamos un canto gitano que entraba por nuestra ventana. Era demasiado intrigante como para no ir a ver quién era el galán que hacía llorar a su guitarra a la luz de la luna. Así que salimos corriendo, esperando encontrarnos frente a un hombre de botas altas y pelo oscuro, cantando con una flor en su saco y una lágrima de emoción. Y cuando por fin llegamos, tras perseguir el sonido de ese canto de sireno, nos encontramos con un borracho sentado en un banquito, cantándole a tres chicas aún más borrachas que él que le bailaban una sospechosa mezcla de flamenco y reggaetón a su alrededor. De lo mejor que vi en el viaje. Nos quedamos un rato y nos hubiésemos quedado más, pero el frío, el maldito frío, me hizo temblar y tuve que volver.
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Conocimos, claro que sí, la Alhambra, y dudo que las palabras me alcancen para describir su belleza. La Alhambra es un complejo de palacios y fortalezas que perteneció al monarca y a la corte del Emirato de Granada, un estado islámico medieval ubicado en el sur de España. Si el Albayzín me hacía pensar en Marruecos, la Alhambra potenció mis ganas de viajar por los países árabes. Sus detalles, sus colores, su arquitectura, su idioma, sus mercados (los árabes) me atraen tanto que no encuentro explicación. Simplemente quiero aprender árabe e ir a conocer esa cultura.
Tip: también podés visitar la Alhambra con un visita guiada que podés contratar aquí.
[singlepic id=6600 h=625 float=center] Imágenes del interior de la Alhambra
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Granada pasó a ser otro de mis lugares en el mundo: una ciudad que merece ser vivida y caminada mucho más tiempo. El día que salimos a dedo hacia Barcelona nos levantó un italiano que vivía en Castellón (Valencia) y que había ido a pasar el fin de semana a Granada. Nos contó que fue solo y que se hizo amigo de un grupo de gitanos y terminó de fiesta con ellos en una de las cuevas del Sacromonte (el Sacromonte es el barrio de los gitanos de Granada y las “cuevas” son sus viviendas típicas). Creo que por un momento lo envidié, pero a la vez me hizo pensar en que el mismo viaje siempre va a ser distinto para cada persona. Cada lugar es un pulpo y cada viajero lo recorre en uno de sus miles de tentáculos, por eso nunca puede haber dos viajes iguales. Cada camino está hecho de encuentros fortuitos y eso es algo que no puede replicarse ni comprarse.
[singlepic id=6619 h=625 float=center] Nosotras tuvimos la suerte de conocer a un luthier de guitarras
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[singlepic id=6608 w=625 float=center] Y de descubrir una nueva forma de usar polainas
Pasé los últimos días en Barcelona (mi queridísima) y en Madrid, y si bien allá también hizo frío, siento que mi invierno terminó en Granada. Un vuelo turbulento me llevó de vuelta a Buenos Aires, a ese calor tan esperado, a ese verano tan porteño, a esa Navidad con pelopincho, terraza y humedad. Cada vez que miro por la ventana de mi escritorio y me doy cuenta de que son las 8 de la noche y sigue habiendo luz, siento que estoy soñando. Un año sin calor es mucho tiempo, 365 días que se terminan a las 6 de la tarde son demasiados. Leyendo el cuaderno que escribí en España encontré un sueño que tuve en Barcelona, pocos días antes de volver a Argentina, y que hubiese olvidado de no haberlo escrito. Dice así: “Estoy en Canadá. Quiero salir a caminar pero hace 50 grados bajo cero. Alguien me dice que “me abrigue la cara”. Salgo y no siento frío. Veo, a lo lejos, un grupo de gaviotas con campera, bufanda y gorro. Cuando las miro de cerca veo que son hombres-gaviota, personas con cuerpo y pies de gaviota. Se dedican a pescar.”
El mensaje es claro: esta mujer-gaviota necesita volver al mar. Necesito un cambio de estación. Granada fue el cierre perfecto de un invierno que, si bien fue frío, me trajo muchas cosas lindas (nieve, auroras boreales, viajes a destinos inimaginados…). Pero ya está, se terminó, el ciclo debe continuar, la rueda tiene que girar: llegó el momento de volver al verano, a la energía de los viajes con sol.
[singlepic id=6616 h=625 float=center] ¿Vieron al pájaro en la punta del árbol?
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Me dieron unas terribles ganas de conocer Granada después de leerte…y no me espantó para nada el frío que reiteras en tu relato,me gustan los dias fríos con sol,me dan energía..
Es un lugar donde nunca me faltaría que registrar en una imagen..
Viendo tus fotos me trasladé a esos lugares..que ganas de caminar esas calles!!!
jaja qué bueno, yo soy muy maricona con el frío!!! :D
Hace poquito hice un viaje por europa y despues de ver tus fotos me hubiera gustado pasar por granada muy bonito lugar y muy lindas fotos!!! Me gustaria andar por ahi!!
Un gran artículo, recoges muy bien lo que es Granada, es una ciudad que merece la pena visitar.
Un saludo
Un gran ciudad donde vivir historia y diversión!
Grande Granada!
Buenas, Aniko, acá em mi ciudad la Navidad fue muy terrible; 48º de sensación térmica!Totalmente insoportable! Yo prefiro el invierno, por acá en la región de la Pampa, sea en Argentina,Brasil o Uruguay, el frío nos es tan riguroso, salvo algunas excepciones en las muy pocas veces que nieva. Ya veo que en Andalucía,que todavia no conozco, no hay calefacción en las casas, pero bares de tapas se los hay en Madrid, a mí me gustó mucho tomar cañas y ganar bocados.Hasta mismo caña por un euro he encontrado cuando allá estuve en el 2006.
Te deseo un buen Año Nuevo, muchos viajes y más de tus muy encantadores relatos poeticos-viajeros!
Eso de medir las ciudades en términos de “lugares donde podría pasar una temporada escribiendo” me pasa a mi también. Buen artículo. Una pena que perdiste ese gorro del poder.
Aniko como siempre un placer seguirte! Granada es un lugar para recorrer aunque haga frio!! me encanto, siempre mi tia Monona me decia lo lindo que era… y en verdad me dieron ganas de ir! Te mando un abrazo viajero y suerte con el proyecto Burbujas.
Granada es mu ciudada favorita en Espana!!! serà la alhambra, serà el arte, seràn las tapas, serà la gente, pero tiene algo unico! eso si, frio frio en invierno y calò calò en verano :-) Disfruta del calorcito ahora! besos desde Italy!
Andalucía…como te extraño!!!!!
Ya veo que has descubierto la magia de Granada, si hubiese sabido que estabas tan cerca de mi tierra y además, en esa ciudad maravillosa, hubiera sido genial enseñarte algunos rincones, que no faltan, y demás lugares curiosos. Suerte en la vida Aniko y sigue con tu blog que es bárbaro.
Me encanto Granada! Me dan ganas de conocer todos los lugares que describis en tus post despues de leerlos!
La gran pregunta: no hay foto del gorrito con cara de pingüino??? jajaja
Que tengas un gran 2013 lleno de viajes! Y el libro!!!
Besos desde la pcia de Cordoba.
LAU
Hola Lau!!
No tengo fotos con gorrito! Lo tuve tan pocos días (lo compré ahí mismo en España) que no me dio el tiempo a sacarme fotos :( Una pena! Lo re extraño!
Con el calor que hizo los últimos días, no nos vendría nada mal un poco de frío jaja. No conozco Granada, pero parece un gran lugar para conocer. ¿Dónde vas a continuar el verano, después de Buenos Aires, claro?
Hola Aniko !
Un placer leer cada una de tus parrafos.
Te descubri hace muy poco y ya sos adicto a tus aventuras.
Un beso grande
Fede B.
Hola Aniko!
Hace unos meses tuve la oportunidad de ir a Granada con unos amigos. Finalmente no pude ir, pero ellos volvieron entusiasmados con la ciudad. Por su personalidad y encanto. Yo quiero conocer y ellos quieren volver, así que, esta primavera, sin frío, iremos para allá.
Dices que el mismo viaje es distinto para cada viajero, y así creo que es, pero, yo ampliaría diciendo que cada viaje tiene su momento que lo hace único, independientemente de la persona que lo viva y , así, una misma persona, puede vivir tantos viajes diferentes a un lugar, como veces lo visite. Podríamos sacar una definición aproximada diciendo: “Un viaje es una experiencia única, donde espacio, tiempo y persona se juntan, compartiendo un momento de la historia”.
Me encanta leerte y admirar tus fotos. Son muy buenas y descriptivas.
Que tengas un gran 2013!
Hace poco empecé a leer tu blog, me encanta tu forma de describir los sitios que visitas y con las fotos enriqueces tu argumento. Me encanta viajar, y aunque no lo pueda hacer como tú, en la mente trato viajar por medio de tus narraciones. Te invito a Colombia, quisiera que una parte de mi país estuviera en tu blog.
Qué hermosas fotos y relato!
Me pasa algo especial con ese lugar, no conozco pero cada vez que veo imágenes me emociono mucho… qué sé yo… ponele, con las fotos 6 y con la 66, se me cayeron las lágrimas, literal.
Es raro.
Gracias por compartir con nosotros todo esto!!!
Aparición con vida del gorrito pinguino.
El gorro pinguino es una expecie en extinción y debemos protegerla…
Hecho el reclamo ecológico justiciero me permito darte un consejo: hay unas camisetas, medias y calzas térmicas, que se ponen abajo de toda la ropa y que realmente te aislan del frio. Se consiguen donde venden ropa de esqui y creo que las necesitas en forma urgente, porque no puede ser que se desperdicie precioso tiempo de viaje y sobre todo, de vida nocturna porque la señorita tiene frio. Tenés que pensar que tenes millones de seguidores (entre los que me incluyo) que viajan con vos (y gracias a vos) y que quieren salir de noche (con vos), y compartir todas las maravillas que hay para descubrir en cada uno de tus viajes, tanto de noche como de día, tanto en España como en Cordoba y, finalmente, tanto si hace frio como si hace calor.
En serio, gracias por llevarnos de la mano a tantos lugares y compartir esa parte de tu vida con todos nosotros.
Un beso muy grande
PD.: Yo que vos, tambien averiguaría si hay bikines térmicas, por las dudas.
Lo peor es que sé exactamente en qué auto quedó el pinguino!!! Lo bueno del asunto es que era el auto de una mamá, por ende el gorrito podrá ser disfrutado por su hijo/a.
Es verdad, tengo que pensar más allá de mí! Si yo no salgo porque tengo frío, eso quiere decir que ustedes tampoco salen conmigo!!! Así que la próxima vez que vaya al frío iré en busca de la ropa térmica.
Gracias por la data!
alucine con tu nota, tus fotos, se nota que debes tener una buena camara, yo solo aficionada y cada dia me planteo cambiar mi maquina jajaja gracias por tus fotos tus relatos, yo estuve en granda al reves que tu, en pleno verano asi que te imaginaras con 45 grados,,, la pase hermoso, hasta estuve una noche en una cueva viendo el flamenco un abrazo de una argentina residente en madrid
Deberías haberle tomado foto a las aureolas boreales. Son tan lindas! Aunque jamás he visto una en vivo.
Hay fotos!!! https://viajandoporahi.com/querido-blog-hoy-vi-la-aurora-boreal
Aniko: Buscando relatos de Marruecos encontré tu blog y me enganchó totalmente. Hace 4 años estuvimos en Granada con Marina, mi esposa, y caímos, sin saberlo, en medio de la Fiesta de las Cruces, ¡y la ciudad era una gran verbena flamenca!; la gente baila con sus trajes típicos en las calles y plazas, la experiencia visual y auditiva es fantástica (agregale la Alhambra, y el Sacromonte, y el Albayzin, y etc, etc). Tanto, que queremos repetirla este año, camino del norte de África. Para todos los que se han declarado decididos a conocer Granada, yo también la declaro “ciudad deseada”.
Seguí escribiendo todas tus sensaciones de viaje, por favor, me pasé esta tarde viajando contigo………..
guau! la verdad que es HERMOSA-MÁGICA-ENCANTADA esa ciudad!!!!cuando la conocí hacia tanto taaaanto calor pero nunca perdió su magia…..cuántas ganas de volver!
Aniko me encantó tu nota y me emocionó ya que en octubre pasado con mi marido recorrimos todo el sur y el norte de España , me encantó el albayzin lo más lindo y pintoresco que he visto junto con la Mezquita de Córdoba fue lo que más me gustó del sur espero pronto que viajes a Galicia y Asturias para conocer tu opinión pues cada vez ue veo una foto o video de esos lugares lloro mucho ya que me llegaron al alma …..Un beso y te felicito que siendo tan joven seas tan corajuda……
En Granada estuve el año pasado. Hermoso lugar, yo fuí a ver los Palacios pero me enamoré de los barrios, Sacromonte y Albaizyn,
Gracias por tus relatos
Aniko, amo como escribes, las fotos que tomas, la sensación que me dejas cada vez que te leo… me dan ganas de viajar y andar por ahí caminando y tomando fotos de cada esquina, de cada rincón, de ver lo que habitualmente se nos pasa desapercibido. Sería genial vivir el día sin tiempo, sin tener que estar pendiente de las obligaciones y horarios y dedicarse a buscar detalles interesantes en lugares desconocidos.
Me gusta viajar, pero ya me he puesto cómoda y no sé si podría vivir haciendo dedo, pidiendo por favor y dependiendo de la buena voluntad de otras personas, por eso te admiro y espero que tú no pierdas las ganas.
El cuerpo pide verano, eso es cierto, tanto tiempo sin luz y sin la libertad de andar con poca ropa no permiten que uno se relaje y deprime a la larga así que bien por el horno infernal que tienes por ahí que por un tiempo está bien, pero para viajar y caminar es infinitamente mejor el invierno que el verano… por lo menos en veranos tan cálidos como el argentino o el europeo porque no te permiten avanzar mucho sin detenerte a tomar agua y protegerte del sol y puede ser tan sofocante, extenuante y hasta peligroso andar por ahí a pleno sol. Sin duda que lo ideal es la primavera o el otoño en ese caso.
Algún día te voy a pedir un tip para comprar una cámara porque siempre he querido tener una buena y aprender a usarla y al ver tus fotos más ganas me dan.
Besos!
Creo que deberías recuperar el gorro. ¡Qué pena que no puedas poner una foto! Porque así, desde aquí, desde España, pondríamos carteles de “se busca” y te ayudaríamos a recuperarlo. No se debe perder el poder. Tal vez algún día regrese. O será una señal de que debes volver a Granada.
Será que tengo que volver a buscarlo!
Que placer leerte describir mi ciudad con tu particular y encantador estilo. Yo hace un año que vivo en Mexico y es una ciudad que no se puede olvidar, ¡lo tiene todo! Me ha encantado tu manera de enlazarla con ciertas ciudades de Marruecos, su pasado árabe está cada día más presente y la hace muy especial….aunque sin chilabas ;)
Muchas gracias por este post Aniko. Granada es una ciudad que tiene tantísimo que ofrecer: desde la Alhambra (como tu describes), la Catedral, la Capilla Real, el Monasterio de la Cartuja y un sinfín de jardines y museos. Me ha encantado la foto de la cita de Franciso de Icaza: “Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada”.
Hoy descubrí tu blog y me está encantando, y cuando vi que viniste por Granada quise de inmediato ver que opinabas de ella :D
Yo he vivido 2 años increíbles en Granada, y tengo familia allí, y realmente es como la describes, es una ciudad mágica, con vistas maravillosas, siempre con cosas que descubrir pese a ser pequeñita…
Quizá te habría gustado más conocerla en verano, aunque no lo tengo tan claro jaja, sus 40º no se los quita nadie :P
Ánimo y sigue así con tus viajes y el blog, la verdad que te envidio un poquito :P jeje
Me ha encantado tu post sobre Granada, y las fotos. te has encargado de descubrir cada rincón y cada detalle de esta espectacular ciudad. A mi me encantó cuando la visite hace un año y es una ciudad que tiene tanta vida y tanto que ver. Llena de historia…la Alhambra, sus casitas blancas, sus callejuelas con toque árabe…
Estoy deseando volver!
MindfulTravelbySara
Aniko, me encantó tu blog y tus fotos preciosas!. Soy un alma amante de las fotos también y con ansias de vivir una experiencia como la tuya, viajando por el mundo. Inshallá. También me provoca mucha curiosidad la cultura árabe. Buenos caminos!
viajare a granada, marruecos, Lisboa,Sevilla, cordoba y barcelona en junio que ropa me recomiendas llevar.
Aniko! qué sentimiento de admiración que me provoca leerte! he viajado mucho. pero nunca me animo a ir sin plan organizado (aunque siempre lo organizo yo,nunca compro paquetes). Granada es así como la describís, el Albayzin es bello, tengo una foto con el cartel de cocacola en azul y blanco conmo la que publicás! GRACIAS!!!!! por traerme tan bellos recuerdos con tu relato, ese fue el último viaje que hice con mi mamá… y fue maravillosamente mágico.
Aniko: recién hoy leí tu reseña de Granada. Estuve allí en pleno julio de hace muchos años, mucho calor pero después de tus crónicas del frío creo que lo prefiero. Estuve un día entero en la Alhambra, fascinada y encantada. Viviría en Granada, pero creo que para escribir me quedaría en algun patio de la judería de Córdoba o del patio lleno de azahares del convento de Santa Marta, que tuve el privilegio de conocer en forma totalmente casual como ocurren las mejores cosas en los viajes. Me diste muchas ganas de volver (y de tener tus años y energía, por cierto). Seguiré tus crónicas!!!!
Gracias Aniko por compartir tu experiencia!! Llegué a tu página buscando lugares por conocer en España. Nos vamos a recorrer el sur de España en Febrero 2015. Un poco preocupada también por el frío. En que mes fuiste vos? Al vivir en EEUU estoy ya un poco curtida del frío. El invierno pasado sufrimos un -23C. Pero cuando se va de vacaciones, tenes que salir o salir, no queda otra. Saludos!
Si pasaste por -23 entonces andá tranquila!! Yo es que soy medio maricona con el frío…
Fui en diciembre. Igual, con frío o no, vale la pena!
Granada es una tierra de contrastes no solo por el clima con veranos torridos e inviernos frios. Sin embargo sus calles y su encanto nos hacen olvidar las adversidades climaticas.
Me ha encantado el post! Gracias por tu tiempo y dedicación ;)
Nos ha entrado frío solo empezar a leer el artículo :) Nosotros visitamos Granada en pleno verano y lo que pasamos fue más bien calor que frio :P Granada es una ciudad verdaderamente bonita y lo mejor es que a pesar de que comas y comas de su gastronomía deliciosa como está llena de calles cuesta arriba y abajo todo lo que comes lo quemas pronto jijiji. Vaya pena al principio de la aventura que se os haya perdido el gorrito del poder :( lo bueno es que al final llegasteis al destino :) Para nosotros Granada es una ciudad mágica y queremos volver siiiii….esperemos que no pase mucho tiempo. Eso sí volveremos en entre tiempo ni que haga frio ni calor :) Abrazos viajeros!!!
uy sí, a veces extraño ese gorrito!
saludos!!
Hola Aniko, me gusto mucho tu blog, ha que describes detalladamente los lugares famosos e históricos de Granada. Mi madre nació ahí, entonces me siento atada a la ciudad, y comparto tus emociones de las experiencias vividas, ya que yo también he recorrido Granada. El próximo viaje tienes que visitar la ciudad de Córdoba, que tiene más maravillas árabes que seguramente te asombrarán, y podrás disfrutar.
Gracias por tu crónica de viaje,
Carla
Para una próxima vez pueden preguntar por las visitas privadas a la Alhambra y Granada, donde podrán conocer de una forma dinámica y divertida la ciudad y todas las curiosidades o anécdotas que se esconden en la Alhambra.
Hola Aniko, me encantan tus historias!! En qué mes visitaste Granada? Porque tenía pensado ir en Marzo pero me asuste un poco que hago tanto frío! Un saludo grande