Como dije alguna vez, al vivir viajando pasan dos cosas: una, cada día es una sorpresa, y dos, no hay dos días que sean iguales. Ya les conté acerca del día que conocí y entrevisté a Steve McCurry (el fotógrafo de la Niña Afgana) en Buenos Aires, del día que me invitaron a un casamiento chino en una aldea en las afueras de Lijiang y del día que me robaron la cámara y la computadora en un tren en Indonesia y me devolvieron todo.… Seguir leyendo...