Nueva York para armar
Puedo resumir mi semana en Nueva York en una sola sensación: dolor de pies. Cuando decidimos viajar a Japón (o trasladar la vida a Japón por un rato) y me puse a buscar pasajes encontré Buenos Aires – Tokio con escala en Nueva York y ni lo dudé: llamé a la aerolínea y pedí que nos extendieran la escala de unas horas a una semana. No nos cobraron extra y fue como ganarnos un viaje a Nueva York. La ciudad no estaba en nuestros planes así que sentí que esa semana era como un regalo y decidí tomármela de vacaciones. El año que pasé en Buenos Aires fue tan intenso (charlas, talleres, presentaciones, reuniones, proyectos, mini viajes, reencuentros, despedidas) que necesitaba desconectarme por unos días y solo dedicarme a caminar.

Iba a ser mi primera vez en NY
Empecé a empacar mentalmente quince días antes de irnos. Elegir el equipaje para este viaje no fue fácil —¿mochila o carrito?—, elegir qué llevar adentro tampoco. Viajábamos sin fecha de vuelta, sin saber exactamente a qué países iríamos después de Japón ni a qué clima, con la única certeza de que queríamos viajar a ritmo lento y quedarnos varias semanas o meses en un solo lugar. Al final guardé un poco de ropa, un par de zapatillas, unas ojotas y el botiquín. Con la ropa no tengo tanto problema, llevé poca porque pienso comprar algo allá (el precio de la ropa en Buenos Aires está imposible), lo que más me costó reducir fue lo que llamo mi kit de exploración: cuadernos, lapiceras, cartucheras, journals. Mi obsesión por documentar mi vida en cuadernos se potenció estando en Buenos Aires. Antes llenaba una libreta en tres o cuatro meses, ahora tardo como mucho un mes y medio. Antes solo combinaba los viajes con la fotografía, ahora creo que también se pueden combinar con journals, stickers, acuarelas, lápices y marcadores. Y todo eso ocupa espacio y pesa, pero me lo llevé igual. No quería dejar esa parte de mí en casa. Si Dino tiene su valija de magia, yo también puedo tener la mía.

Parte de mi kit de exploración. Libreta Leuchtturm1917 (similar a las Moleskine pero un poquito más ancha), cartuchera y cámara nueva (dejé la réflex, me pesaba demasiado, y me pasé a las Fujifilm).
Inauguré la que sería mi primera libreta de este viaje un mes antes de irnos. La fui usando en paralelo con otra, y en esta solo escribí cosas referidas a Nueva York y Japón. Empecé con una lista titulada “En Nueva York quiero:” y anoté los datos y lugares que me iban llamando la atención de charlas, investigaciones y lecturas. No sabía ni dónde íbamos a dormir, pero sabía a qué librerías y papelerías iba a ir sí o sí y por qué barrios tenía ganas de caminar. Unas horas antes de ir a Ezeiza terminé de armar la mochila. Al final siempre empaco bajo presión y tomo decisiones apuradas. Guardé, entre cuadernos y medias limpias, dos manzanas que nos habían quedado en la heladera. El avión salía a las 9 de la noche y ese martes me pasé el día entero con sueño. Saber que empezaban mis vacaciones me relajó. El avión tardó una hora en despegar porque el cinturón de seguridad del piloto no funcionaba y alguien se recorrió media bodega de Ezeiza buscando la pieza de reemplazo, que al parecer era muy específica. Al lado mío, un señor miraba la pantalla personal de entretenimiento con una lupa, unos asientos más allá una señora hablaba por teléfono y le decía te amo a alguien. “Si no quieren volar a Nueva York hoy, esta es su última oportunidad de desembarcar”, dijo el piloto por el altoparlante. No me bajo ni de casualidad. Intenté dormir pero no pude. Si bien el miedo a volar ya se me fue bastante, dormir sentada me cuesta cada vez más. Después de mucha turbulencia y de varios capítulos de The Big Bang Theory, llegamos a Nueva York a las 7 de la mañana del miércoles.
En la fila de aduana se nos acercó un policía con un beagle. El perro olió nuestra mochila de mano y, en vez de pasar al siguiente en la fila, se quedó ahí parado.
—¿Tienen comida?
—Solo unos alfajores.
—¿Nada fresco?
Me quedé pensando, me costaba procesar con tan pocas horas de sueño encima.
—Ah, sí, una manzana.
—¿La declararon?
—No…
—Deberían haberla declarado.
Y con esa sentencia nos sacó de la fila y nos mandó a un sector aparte donde decía “control agrícola”, como si le hubiésemos dicho que estábamos cargando tres kilos de manzanas rellenas de cocaína. “¿Por qué no declararon esta manzana? No pueden entrar con comida fresca al país, saben que tendrían que pagar una multa de 300 dólares, ¿no?”, nos dijo el encargado de ese sector. Cómo revalorizar una manzana en tan solo un vuelo de avión. El viaje de la manzana. La manzana más cara de la historia. Nos hicieron pasar todo nuestro equipaje por un escáner y nos confiscaron la manzana. “Tienen suerte de que el perro la encontró”. Prohibido entrar con manzanas a la Gran Manzana. Salimos del aeropuerto y le dije a L: “Hay olor a Estados Unidos”. Hacía como nueve años que no venía y nunca estuve en el país en otra época que no sea verano, así que para mí este calor húmedo y este olor a orden son sinónimos de estar acá.

El puente de Manhattan visto desde DUMBO.

Primeras imágenes de NY.
No sé si tenía imágenes previas de Nueva York en la cabeza. Lo que había visto en películas y series, quizá, pero suele pasarme que las ciudades tan retratadas por las pantallas me parecen solamente sets que no existen en la vida real. Fuimos hasta Brooklyn, donde nos quedaríamos toda la semana, en metro. Nuestra primera vista de la ciudad fue al salir de las escaleras de la estación: casas de ladrillo, calles ordenadas, parques y un montón de gente negra. Nueva York es una de las ciudades más multi étnicas del mundo y se nota en cualquier esquina. No pude con mi ansiedad: dejamos las cosas en la casa (nos quedamos en un Airbnb) y volvimos a tomar el metro, esta vez en dirección a Manhattan. La falta de sueño me mareaba y, mientras caminaba por calles que para mí solo existían en Sex and the City, el piso se me movía como si estuviese en un barco. Ese primer día pude sacar algunas pocas conclusiones:
el metro de Nueva York es un poco confuso,
la gente me parece muy amable,
todo viene en cantidad y variedad,
las calles de Manhattan son cortitas,
algunos rincones me hacen pensar en Londres,
se habla mucho español,
tengo miedo de que me pise un auto de tanto mirar para arriba,
los taxis efectivamente son amarillos,
ahí está el Empire State.

La placa en honor a John Lennon en el Central Park

Detalles

Mural

La ciudad vista desde el Highline
A primera vista, Nueva York me pareció una ciudad reconocible y familiar. Sentí que era ella en todas partes, que no había un lugar en particular que fuese más Nueva York que otro. Su identidad es fuerte y homogénea en todos los barrios, aunque cada uno sea muy distinto. Los cinco días siguientes estuvieron como cosidos uno con otro: no hice otra cosa que caminar de un casillero del calendario al siguiente. Me cuesta diferenciar qué pasó el jueves, del viernes, del lunes. La frase que más me repitieron cuando dije que nos íbamos una semana a Nueva York fue: “Una semana no les va a alcanzar”. Es verdad, pero volví a comprobar que cuando uno viaja el tiempo se expande y en los días caben muchas más cosas. Es como si cada hora se extendiera hacia los costados y ocupara el triple de espacio. Una semana no alcanzó para ver “todo” (¿qué es todo? ¿los imperdibles que te marcan las guías de viaje? ¿Lo que en teoría hay que ver en un viaje a Nueva York? ¿Alcanza una vida para ver todo?) pero sí para ver lo que cada uno había ido a buscar.
En mi mapa de emociones de Nueva York hay:
un hombre tocando el saxo en el Central Park,
una nena sacándose selfies con la estatua de Alicia en el País de las Maravillas,
una ardilla que nos miró desde uno de los jardines comunitarios del East Village,
una pareja china haciendo sus fotos de casamiento con el puente de Manhattan de fondo,
la placa de Imagine llena de gente,
insomnio en Brooklyn y gritos callejeros que entraban por la ventana,
L y yo cantándonos canciones de Rodrigo en el metro,
un carrito con los mejores tacos mexicanos,
los sellos de la tienda de Moleskine que estampé en mi cuaderno,
un brunch vegano en el East Village,
las galletitas de la fortuna triple X de Chinatown,
una deuda kármica de 10 dólares,
una caminata de domingo por el Highline,
Nueva York vista como desde un cuarto piso,
cuadros de Monet y Van Gogh en el MET,
peluches de Super Mario y museo de consolas en el Nintendo Store (soy fan),
el vértigo del teleférico a Roosevelt Island,
ver la estatua de la libertad desde un barco y pensar qué chiquita que es,
el calor y las esperas en las estaciones de metro,
las horas que pasé en librerías y papelerías de Manhattan.

Más de esto en escribir.me
Mi recorrido por Nueva York estuvo marcado por la ubicación de las papelerías y librerías en el mapa. Antes viajaba de museo a iglesia a ruinas a templo porque pensaba que eso era lo que tenía que ver en un viaje y que sino estaba perdiendo el tiempo, ahora viajo de papelería a librería a papelería porque es lo que quiero ver. Así que ese fue mi eje, el hilo invisible. Me la pasé yendo de una a otra y en el medio vi Manhattan. También aproveché para hacerme los anteojos porque hace unas semanas me cambió la graduación y cuando salí de la óptica con los vidrios nuevos me sentí como la primera vez que me puse lentes de contacto y me di cuenta de que antes no veía nada: PARÁ, las cosas tienen borde (!). Me había estado perdiendo 0,50 del mundo. Tuve que caminar despacio porque de golpe recibí una sobredosis de información visual (sumada a la que ya tiene la ciudad) y fue como ver Nueva York en HD. Ahora sí.

La estatua de Alicia

Central Park

La estatua de la libertad vista desde el ferry a Staten Island

Jardines comunitarios del East Village
Durante esos días de caminatas meditativas, mi mente se fue por todos los rincones:
antes pensaba que NY era un secreto al que yo no tenía acceso,
me faltaba la contraseña para entrar,
*Haga click aquí si olvidó su contraseña*
ahora ya sé de qué hablan todos /
¿pero qué es viajar, en realidad?
quizá aceptar que no soy local y hacer lo mejor posible por conocer un lugar como si lo fuera, porque nunca me sentí menos local que acá, en el sentido de que sé que me estoy perdiendo un montón de cosas que ni sé que existen /
“No debo tener la sensación continua de que me estoy perdiendo de algo”, dice Hebe Uhart, como un mandamiento viajero moderno, “aunque a la vuelta la vecina me diga: lo que te perdiste, cómo no pudiste ir a tal lugar. No me perdí de nada. Vi y encontré lo que me sirve para escribir mi crónica” /
siento que los neoyorquinos disfrutan del espacio público, lo aprovechan, si bien no hacen todo en la calle como en Asia, lo usan como parte de su vida cotidiana, están en las veredas y en los parques,
la ciudad como patio de juegos compartido /
además de catadora de mares, me gustaría ser tester de ciudades /
¿qué empacar para un viaje así? Lo que se te dé la gana /
de a poco empiezo a entender el mapa,
tal vez en eso consista conocer una ciudad: empezar a entender algo /
como ciudad creo que la que más me impresionó hasta ahora fue Hong Kong, que es lo que pasa cuando los chinos construyen ciudades capitalistas /
NY de a ratos me parece híperconsumista, todo está preparado para que compres compres compres,
y a veces caigo en eso,
pero después camino por barrios como el East Village donde lo lindo es pasear y no entiendo cómo no hay tanta gente acá como en Times Square /
esto de tener tanto tiempo libre hace que a veces me aburra,
aunque al rato encuentro algo y se me pasa.

En el teleférico

Este es un negocio que me gustó mucho. Se llama “Story” y es casi un museo. Cada temporada eligen un tema y ambientan todo el negocio con eso. El tema de esta vez era “los 90”.

Buena manera de pasar un domingo en el Highline
Además de ver librerías y papelerías, tenía el objetivo de cambiar la cámara (dejé la réflex, después de mucho pensarlo) y de conseguir algo más difícil que alojamiento barato: un pantalón que me gustara. Al final encontré uno en Uniqlo (una marca japonesa, viva Japón) y cuando lo fui a pagar me ofrecieron el servicio gratuito de tailor (modista) por si necesitaba hacerle alguna costura. Dije que no y al día siguiente volví y dije que sí porque me quedaba un poco largo. Menos de 12 horas después estaba listo, custom-made solo para mí. Como ese pantalón, Nueva York me pareció una ciudad que cualquiera puede hacer a su medida y adaptar a sus gustos: hay algo para todos, como si tuviera la capacidad de mutar y de mostrarse distinta —sin dejar de ser ella— a cada persona que la mira. Tailor-made New York. Si vas en busca de espectáculos, compras, bares en terrazas, los encontrás. Si vas en busca de edificios icónicos, sets de películas, recorridos temáticos, parques, los encontrás. Si vas en busca de librerías y papelerías, las encontrás. Y también podés ir sin buscar nada y seguro que la ciudad te va a dar algo que ni sabías que estabas buscando.

En el metro

Los fans de Super Mario no se pierdan el Nintendo Store

Música en el metro

Manhattan a lo lejos
El día antes de volar a Japón soñé con Tokio. Veía la ciudad por primera vez desde un colectivo que iba por una autopista y quedaba deslumbrada por los edificios. Las luces de las casas eran verdes y se notaba que los departamentos eran muy angostos. En el asiento de al lado tenía sentada a una china que me hacía acordar a una de mis amigas chinas. Me mostraba un cupcake con dulce de leche, me decía que le había costado 15 dólares y me daba para probar, yo le daba un mordisco y ella extendía la mano y me decía “4 dollars”. Llegábamos al hostel y para ir al dormitorio compartido teníamos que bajar unas escaleras amarillas por unas puertas horizontales, abiertas sobre la vereda —como las de NY—. Por falta de espacio, los hostels estaban construidos en sótanos y las camas cuchetas tenían como cinco pisos. Supongo que algo así me imagino de Tokio y les confieso que me asusta un poco.
El miércoles siguiente, después de seis días de caminata y con dolor de pies de souvenir, nos subimos a un avión japonés y nos trasladamos al futuro cercano.
[box type=”info” border=”full”]Si querés info útil de Nueva York, te recomiendo leer mi post de Datos y consejos para viajar a Nueva York. Y si sos fan de las librerías y papelerías como yo, tal vez este post te interese: “La ruta de las papelerías en Nueva York”.[/box]
Me encanta leer y ver tus fotos porque me haces recorrer por lugares que nunca imagine viajar.
Particularmente este post me intereso porque acá sí estoy planeando viajar el próximo año, me gusto lo de “Taylor-made New York” y creo que ese va a a ser el lema de mi viaje, escuchar consejos pero armar mi propio recorrido. Temo que NY sea mi “Sindrome de Paris” por eso trato de bajar las expectativas. Me encantan las manualidades de papel y especialmente el origami, así que lo de las librerías voy a tomar nota.
Ansío leer tus futuros post de Japón porque ese es “el viaje” que sueño con alguna vez hacer.
Estas son las notas que más me gustan de vos Aniko, la otra de NY me parece útil pero ésta disfruté mucho leyéndola. Qué bueno que nos muestres pedacitos de vos!
Un abrazo grande y espero con ansias tus notas de Tokyo =)
Me encanta abrir mi computadora y encontrarte. Espero disfrutes tu viaje y sea tan intenso y bello
como los anteriores.
Hola Anikoooo!, tenía ganas de leer tu relato de NY, la visité en 2014 y me ENAMORÓ. Todavía no terminé de leer el post pero la ansiedad me hace querer comentarte que yo también identifico el “olor a Estados Unidos” jajaja. También sólo he estado en verano, el olor a canela me hace acordar a ese país también. Bueno, eso, sigo leyendo!.
Gracias por compartir! Desde que se que estás de nuevo en ruta vengo casi todos los días a ver si hay suerte y ya has escrito. Tenía muchas ganas de leerte sobre Nueva York. En realidad, de leerte compartiendo tus experiencias. Siempre es un placer. Ojalá no tardes en subir algo nuevo.
Un abrazo y buen viaje!
Hola Aniko. Hermoso NY, volvería mil veces. Estoy casi segura de que la foto que posteás como “El puente de Brooklyn visto desde DUMBO” corresponde en realidad al Manhattan Bridge (y me resulta gracioso porque una tarde hicimos toda una sesión de fotos con mi novio con ese puente de fondo creyendo que era el de Brooklin, jeje), al fin y al cabo los dos lindísimos. Mañana parto a Japón así que seguiré muy de cerca tus posteos y quién te dice nos crucemos en tierras niponas. Aguante viajar
Tenés razón! Ya lo corrijo.
Que bueno volver a leerte en movimiento.
Tus relatos han tomado “otro” aire, pero siempre con la misma frescura que te caracteriza… la de explorar el mundo desde tu mirada.
Estoy totalmente de acuerdo en eso de que viajar no es ir a visitar los lugares que marcan las guías… el mundo es tan heterogéneo y diverso, que ahí fuera hay de todo, para todos los gustos y consumidores :)
Atenta a nuevos relatos.
Un abrazo!
de todas tus reflexiones rescato dos cosas que me resultaron familiares, útiles. Una, eso de armar recorridos en base a lo que a uno le interesa, y no lo que “hay” que ver. Mis recorridos los armo en funcion de cafes y librerias. Y de ahi voy conociendo barrios, zonas y todo lo que se me cruce en el camino, de casualidad. Lo cual se conecta con la segunda cosa que destaco: la cita de Hebe, eso de que no hay que ir pendiente o lamentarse de todo lo que uno se pierde. Es frustrante y paralizante, te pone más ansiosa aun, es muy cierto. Mas aun cuando son ciudades a las que no se puede viajar facilmente cuando uno tiene ganas (me pasa incluso con Bs As que la tengo a 700kms, pero quiera que no, una vez por año vuelvo). Viajar es aprender, entre otras cosas a convivir con uno mismo y a aceptar los límites de la experiencia, que a su vez son puertas a otras cosas inesperadas que ni teniamos en los planes.
beso!
Que lindo es recordar Nueva York -y mas verla de verano-!! Me encantó tu relato y tu mapa de sensaciones de la Gran Manzana, como vos, también sentí que era un lugar para encontrar lo que uno no andaba buscando, como cuando sin querer me pegué una sobredosis de Metro y terminé una noche en Queens, cuando salí a la calle me persiguió un policía una cuadra entera al grito de “Por aquí, mamasita” señalándose la entrepierna (true story).
Abrazo y éxitos en Japón!
Me encantó el post, gracias Aniko por llevarnos a viajar con vos, tenés una capacidad increíble para escribir de manera que siento que voy con vos conociéndolo todo… siguire tus relatos! Un abrazo
Ver el mundo a través de otro, también es una forma de viajar y de soñar. Esto es lo que me ocurre cuando leto tus relatos. Abrazos
Hola, buenos días. Te escribo desde Madrid.
Desde hace añgún tiempo vengo leyendo tus artículos y me encantan…, por diferentes razones he tenido que estar buscando gente que “escriba” bien y bueno, quisiera contactar contigo para ver cómo puedo hayar una persona que nos escriba varios artículos o si tú quisieras…
Un saludo y espero lo q me digas.
Geraldine Marín
Hola Geraldine, gracias por el comentario, escribime a aniko@viajandporahi.com con la propuesta.
Gracias!!
Me encanta seguir tu post! Además de un relato atrapante tiene unas fotos increíbles!
Hola Ani!!
Me encanta volver a leerte, me atrapaste en 2012 con tus post de viaje me transportaban, bastante estilo itinerario y tips, ahora has evolucionado y contas las cosas de tal manera que te trasladas al lugar pero das pautas a la imaginación.
Triste de no haber cumplido mi sueño de viajar fuera de mi país pero al menos lo intente al pedir mi primera visa a Canada pero la cual fui rechazada, en fin, al menos en Europa si soy bienvenida por 6 meses por lo menos jejeje. El sueño aún está solo hay que realizarlo.
Saludos,
Mercedes
Gracias Mercedes!
A mí me rechazaron la visa para ir a la India una vez y por eso decidí ir a China y fue una experiencia increíble. Hay que ver lo positivo!
Saludos!
Hola Aniko.
Me ha gustado mucho leer este Post. Me encanta como transmites tu visión personal de Nueva York y como nos cuentas esas sensaciones y pequeños detalles que no se encuentran en las guías convencionales de viajes. La verdad es que fue una escala muy productiva en tu viaje a Japón. A mí me pasa que los viajes o escapadas no planificadas, que surgen en el momento, son las que más se disfrutan.
Leo tus artículos del blog, adictivamente desde hace unos meses. Me sentí muy identificado en tus artículos del “miedo a volar” y sobre la “natación” y tu visión de los lugares que visitaste en mi país, España. Así que estoy encantado de que estés de nuevo “viajando por ahi” y publicando material nuevo.
Disfrutad vuestra estancia en Japón. Yo seguiré leyéndote.
Un abrazo.
-Alejandro
Muchas gracias, Alejandro!
Hola Aniko
Muy bueno el post. Fui a NY varias veces y me diste muchas ganas de volver uma vez mas.
Perdoname la indiscrecion pero estoy buscando cambiar la camara DSLR por una mas chica, del estilo de la que pusiste en la foto.
Te podria preguntar que modelo es u si estás contenta con la elección??
Muchas gracias y nuevamente tr felicito por los post!
Saludos,
Lucia
Yo cambié mi reflex por una Fujifilm X100T y estoy muy contenta!
Hola Aniko! Que bueno que vayas a Japon! Mi sueño es ese pero dado que sale un poquito caro ir a vivir (al menos con visado de estudiante) lo postergué y me voy a ahorrar a Dinamarca con Working Holiday Visa para después ir para allá! (O me pierda por el mundo y esas cosas que a veces pasan)
Pero después de leerte me quedó la duda…
Tengo entendido que a Japón se puede ir como turista un máximo de 90 días. Con qué clase de Visa te vas? Trabajo?
Ojalá te vaya muy biennn y disfrutes NY y todo! Ya quiero ver tus posts sobre el país del sol naciente! Saludos!!
Nos vamos con visa de turistas por tres meses y si nos queremos quedar saldremos del país y volveremos a entrar.
Felicitaciones por el viaje
Hola Aninko!! Te leo desde hace unos meses y me resultan muy útiles tus consejos, más ahora que estoy por hacer un viaje corto (3 semanas) a Malasia, Tailandia y Singapur. Te quería hacer 2 consultas super puntuales, por un lado, hay algún Banco argento que no cobre interés por sacar plata afuera? O puedo preguntarte qué Banco te resulta útil a vos? Y por otro lado, tengo esta situación: Iba a estar en Penang una semana pero me sugirieron que era mucho tiempo para esa ciudad, así que voy con AirAsia 2 días a Singapur. Mi consulta es si conoces a alguien que haya dejado su mochila de mochilero en una ciudad para viajar liviano y después volver a buscarla a los pocos días, considerando que me quedo en hostels, y no conozco a nadie allá. O me conviene pagar el sobrepeso (mochila de 45 lts, supongo que pagaré por 30kg) y llevar todo conmigo “por las dudas”? Es muy nadaquever lo que quiero hacer?? jajajaja
Disculpa que desvirtúe en un post sobre NY, aunque fui este año pro primera vez y lo describís tal cual :) :)
Muchas gracias por todo, un abrazo enorme desde Buenos Aires!!!!!!!!!
Hola Flavia,
Creo que todos los bancos te cobran interés por sacar plata afuera, no es algo que pase solo con los bancos argentinos.
A mí me encantó Penang y me quedé como dos meses, pero si tenés poco tiempo andá a Singapur también.
En cuanto a la mochila, 45 litros es una mochila muy chica, no creo que te pese tanto! 30 kilos es muchísimo peso! Yo fui con una mochila de 60 lts y llevaba unos 10 kilos encima, no más. Algunos hostels te permiten guardar equipaje por una tarifa barata (unos dólares por día) así que preguntá.
Buen viaje!
Me gusto mucho leer NY desde tu perspectiva, soy viajera pero no me animo aún con la gran manzana y con este relato me picó el bichito
NY es un destino fácil y amigable! Animate!
Hola Aniko, te hago una consulta, estás fotografiando con analógico? (lo pregunto por la Fujifilm) y si es así, cuándo vas a subirlas ya que seguramente debe tratarse de un estilo totalmente distinto. Saludos desde Chivilcoy.
Hola Lucas,
No, mi cámara es Fujifilm pero digital.
Saludos!
Gracias por compartirnos tus experiencias y emociones que surgen en cada uno de tus viajes y que expresas desde el corazón ! Un grandisimo saludo desde Sonora, México.
Hace muy poquito, justo antes de hacer este viaje, empecé a leerte y me encantó! Estoy en San Francisco, viajando sola, y me vine por bastante tiempo -para lo que estoy acostumbrada-. Si bien no es la misma ciudad se asemeja en bastantes cosas, y creo que por eso también me sentí muuuy identificada con todo lo que contás en este post!!!
Así que gracias por compartirlo, es un placer leerte, contagias las ganas de plasmar por escrito nuestros pensamientos también.
Saludos!!!
Gracias Daniela! Qué ganas de conocer San Francisco, que disfrutes la estadía!
Me enamoró NY …tanta gente tan distinta…tantas cosas para ver …tantos sitios para encontrar…ya quisiera regresar..
Sí, yo también tengo ganas de volver!
Aniko, te quiero felicitar por tu artículo sobre Nueva York. Estos son los tipos de artículos que uno debería leer más frequente. Eres una autora que provoca interés y entretención en mi. Este blog m particular me entretuvo y sentí que estaba conociendo la ciudad junto a ti. Te quiero felicitar por tu trabajo, me dio mucho gusto leer.
Me gustaria algun dia poder visitar la ciudad de new york ese seria mi sueño
Hola Aniko,
Acabo de escribirte por privado y ahora estaba viendo tu blog y he llegado a esta página utilizando una cosa muy curiosa de ir a un sitio por casualidad :). Me ha encantado.
De hecho me encantaría ir a Nueva York pronto y unos amigos irán este verano así que aprovecho para enviarles un enlace a esta página.
Espero tus comentarios y tu contestación pronto.
Saludos.
Natalia
Are u gay
Querida Aniko, tu narración acerca de tu recorrido por Nueva York fue muy útil y pensamos que tu profunda reflexión del viaje puede ayudar a futuros turistas. Nos encantó que hayas hablado sobre el ambiente de la ciudad y que dieras consejos sobre cómo manejar el tiempo para disfrutar de las experiencias que son conocer lugares nuevos e interesantes. En el futuro, nos gustaría descubrir las emociones que sientes al visitar cada lugar. Aunque sea diferente para cada individuo, ver tu version o perspectiva seria fructífero.
Hola Aniko, nos gustó mucho leer tu blog sobre Nueva York. Sin embargo, me hubiera gustado ver más cosas sobre el deporte en Nueva York. Por ejemplo, el Netlife Stadium, el madisonn square garden o el Yankee’s Stadium.
Hola Aniko,
Me gusto mucho tu artículo porque muestras tu viaje a través de fotos y lenguaje descriptivo. También me gustó que mostraste lo que te pasó, incluyendo lo malo. Una pregunta que te haría es cómo compararías Chile a Nueva York.
Buena suerte en tus futuros viajes,
Nico
dejo este video que a mi me funciono de complemento con tu blog. besos
https://www.youtube.com/watch?v=IfK9rFvjDto&list=UUGt4qeXj508XWQJxPrbjKJQ&index=36