Una vuelta por la Provenza francesa
**Spoiler: este post no contiene fotos de los campos de lavanda. Me hubiese encantado verlos pero cuando fui todavía no habían florecido. Lo que sí incluye son muchas fotos de macarons. **
Cuando mi prima Flavia me dijo que venía a Europa y me preguntó si quería hacer un viaje relámpago por la Provenza francesa con ella y dos amigas le dije que sí enseguida. Era junio de 2014, estaba por empezar el verano, yo acababa de volver de Islandia y no tenía adónde ir. Mejor dicho, no tenía nada planeado, así que su propuesta me cayó en el momento justo. Viajé de Lyon hasta Antibes, la ciudad en la costa del Mediterráneo en la que hicimos base, y nos fuimos a recorrer pueblitos en el auto de una de sus amigas. Fueron seis días de playa, rutas, paisajes, charlas, risas y comidas. Y como hay ciertos recorridos que se relatan mejor en imágenes, acá van algunas de las fotos y momentos de ese paseo.
Hicimos base en Antibes, uno de los pueblos de la costa que más me gustó.
Desde el balcón del departamento donde nos quedamos teníamos esta vista. Todas las noches nos sentábamos ahí a cenar, a picar algo o a charlar. No hay nada más lindo que disfrutar las noches con calor.
Uno de los primeros lugares de la Provenza que visitamos fue Aix-en-Provence. No teníamos una ruta armada, así que fuimos improvisando según nuestras ganas. Algo que me encanta de Francia es la cantidad de cafés que hay en cada ciudad.
Faltaba menos de una semana para que empezara el verano, y el calor ya se sentía. Iba a ser mi primer verano en Europa.
Pasamos la tarde caminando por las callecitas.
Y miramos vidrieras. Otra cosa que me gusta de Francia: las vidrieras de los negocios, la dedicación que ponen para armarlas.
Todo me parecía lindo. A mí todos estos adornos y cositas me pueden.
El olor del pan se sentía a lo lejos.
Viva la baguette, otro punto para Francia.
Y ahí, en Aix, cometimos el error de probar los macarons más ricos de nuestra vida. El resto del viaje fue un intento fallido de encontrar macarons mejores que esos. No aparecieron, y eso que probamos un montón.
Para quien no los conoce, los macarons son la versión refinada del alfajor. En realidad no tienen nada que ver, pero de aspecto son parecidos. Los macarons o macarrones son de origen italiano y se hicieron conocidos en el siglo XVI gracias al pastelero de la corte francesa. Se hacen con clara de huevo, almendra molida y azúcar, y se rellenan con lo que quieran: hay con chocolate, pistacho, rosa, caramel, coco, frambuesa, maracuyá, vainilla, café, menta. Lo que los diferencia, para mí, es eso: si el relleno es bueno, el macaron es bueno.
Hay incluso con foie gras, aunque yo no lo elijo para comer todos los días.
En nuestra obsesión por encontrar el macaron perfecto —juro que hablábamos de eso durante horas— nos dimos cuenta de que había merchandising de macarons por todos lados.
Al día siguiente fuimos a Grasse, pueblito famoso por ser la capital mundial del perfume y el escenario de la novela El perfume, de Patrick Suskind.
Lo primero que me llamó la atención fueron las ventanas.
En todas las casas, ventanas como estas. Abiertas, cerradas, todas iguales, pintadas del mismo color.
Algunas muy decoradas.
También sus puertas.
Los carteles antiguos.
Y las calles que me hacían acordar a las medinas árabes.
Grasse tiene una industria del perfume desde el siglo 18. Su microclima favorece el cultivo de flores: cada año se cultivan más de veintisiete toneladas de jazmines, por ejemplo, una flor que es la base de muchos perfumes. Muchas “narices” —expertos en distinguir olores— se entrenan en Grasse y son capaces de distinguir más de 2000 aromas.
Al día siguiente nos fuimos a St. Tropez.
La zona del puerto, que es la que casi todo el mundo visita, me abrumó. Demasiada gente, demasiados yates, demasiado show off.
Hasta principios del siglo 20, St. Tropez era una aldea de pescadores y un fuerte militar. Después de la Segunda Guerra pasó a ser un punto reconocido internacionalmente por su afluencia de artistas franceses y estadounidenses. Músicos y actores elegían ese pueblo para pasar el verano o para vivir, y con ellos fueron llegando también los turistas curiosos.
La zona cerca del puerto me gustó, pero no me encandiló como otros lugares.
Seguimos caminando y, sin planearlo, llegamos a una zona que parecía ser más antigua y que estaba mucho más vacía.
Era lindísima. Era la imagen de Provenza que tenía en la cabeza antes de viajar: calles muy angostas, casas pintadas de colores, flores en las ventanas, Vespa estacionadas en las puertas.
Muchos detalles y colores.
No conozco Italia, pero de a ratos sentía que estaba en ese país.
La imagen que tengo de Italia es parecida a la imagen que tenía de Provenza.
Al día siguiente nos fuimos a St-Paul-de-Vence, otro pueblito que fue refugio de artistas, aunque de un estilo muy distinto a St. Tropez.
Primero, St Paul no está a orillas del mar sino en una cima.
Segundo, casi todas las construcciones están hechas de piedra.
Hay Space Invanders y todo.
De todos los pueblitos que vimos, este me pareció el más encantador, mano a mano con Grasse.
Creo que una de las cosas que más me gustaron fueron los detalles. Como este elefante que hace de manija de una puerta.
Este buzón medio naif.
La fuente y el pez.
(Usada de asiento en los ratos libres)
El caballo de herraduras.
Las vidrieras.
Las decoraciones en las ventanas.
Incluso en los techos.
Los ateliers por todas partes.
Los cuadros en exposición en la calle.
Los gatos pintados.
La nena curiosa.
Y las ventanas llenas de flores.
No puedo terminar el recorrido sin mencionar Antibes.
Como dije, fue la ciudad donde hicimos base.
Y casi siempre suele pasar que uno deja lo que tiene cerca para después. O que lo desestima un poco por ser normal y conocido.
Y cuando por fin caminamos por Antibes nos dimos cuenta de que fue uno de los lugares que más nos gustó.
Así que aprovechamos que estábamos ahí y fuimos varias veces al mercado, a la playa y a los rincones que nos gustaron.
Y también usamos el tiempo para perdernos por ahí.
Cuando el viaje relámpago terminó y nos despedimos, me tocó elegir adónde seguir camino.
Una amiga de Flavia sugirió Biarritz y como no tenía otras opciones en mente, vine para acá. Así lo conocí a L. y me quedé a vivir acá y todo eso. Pero toda esa parte la cuento mejor en el próximo libro.
hola Aniko:me hiciste teletransportarme a la Provenza con tu post. Es taaan linda! Amo los macarons tb son lo mejor! Está
n súper lindas tus Fotos. Saludos desde Moscú!
Gracias Carolina!
#elclubdefansdelmacaron :)
Quiero leer ese libro ya!!! Me enamoré de esos lugares. bs!
Las ventanas decoradas, qué lindura!!
El otro día leí tu post acerca de la película en la que participaste como extra. La busqué pero en la escena que mencionás no aparecés (se ven apenas dos extras a lo lejos y por medio segundo). Igual debe haber estado buenísima la experiencia, me encantaría ser extra alguna vez (dadas mis nulas condiciones actorales, no puedo aspirar a más).
Saludos!
Siii, yo también la miré y no aparezco :( Y bue! Pero le experiencia fue muy divertida!
Las fotos me fascinaron! Que belleza de pueblitos. Aveces cuando veo y leo posts como este se me viene a la cabeza “que inmenso es el mundo”. Como siempre un hermoso post que me llevó de viaje con la mente.
Saludos Ani!
sí, inmenso y tan lindo!
Que escapa tan emocionante, de vez en cuando escapadas como esta dan vida a los viajes que sin previo aviso se organizan y se convierten en un gran viaje. Nosotros aún no hemos probado los Macarons pero se ven deliciosos. Todos los pueblos tienen un encanto vintage y se ven encantadores. Nos ha gustado viajarporahi ;) un abrazo viajero!!!
gracias chicos!
los macarons son un camino de ida!!!
Aniko, para el próximo viaje a Provenza, te recomiendo que visites pueblos como Roussillion, Gordes, Fontaine de Vaucluse y Ile-Sur-La-Sorgue. Vas a quedar maravillada! Hermoso blog! y muy lindo post. Felicitaciones!
gracias! anotado para la próxima vuelta!
Esas ventanas, esas callecitas, todo lleno de flores, todo muy retro…
Che, “L” ya es famoso y eso que todavía no lo conocemos :)
Gracias por el paseo Aniko!
jajajaj sí, pero no le gustan las cámaras así que seguirá siendo una letra por ahora! xD
Hola Aniko!
Me encantó este post, qué fotos más lindas que hacés.
Dos cosas:
1- He comido Macarons con la masa mal hecha, un mazacote, nada recomendable. Lo comento porque decías que si tiene buen relleno es bueno, y… la masa mal hecha ‘ta complicada también!
2- Qué onda con los space invaders? Acá en Barcelona también hay!!! Me muero de curiosidad! Es algo de viajeros? Quizás es una secta de spaceinvaderianos cuyas reuniones tienen lugar en las casas marcadas, y planean algo macabro, o juegan a las cartas, o algo igual de demoníaco! Jajaa
Besos!
Melisa.
http://www.ciudadanadelmundo.com
jajaja es verdad, el macaron tiene que tener todo bien hecho! es un arte.
y los Space Invaders los hace un artista callejero! http://www.space-invaders.com/home/ están en un montón de ciudades europeas :)
beso!
Qué bonita la provenza francesa.
Nunca he estado, pero después de ver tus fotografías, quiero ir.
Me encanta, sobretodo, los toques de color en la calle. El buzón naif, el techo con tejas de colores, los cuadros en la calle y los ateliers.
Cada fotografía rezuma creatividad.
Ah, y ¡me encanta TU BLOG! :)
Hola Aniko! Me encantó este recorrido, genial que tu primer verano en Europa te haya hecho coincidir con esta costa hermosa, como soy fanática del mar, siempre me quedaré impregnada de cualquier lugar que signifique costa. Me fascinan esas ventanas azules, esas calles estrechas, casi pude percibir el olor del pan cuando lo ví en la foto de la vidriera. Ya quiero tener tu segundo libro y descubrir en la lectura el porqué decidiste detenerte por un rato en Biarritz y hacerlo un refugio temporal de tus letras.
Qué lindo post! Fotos y textos en una poética armonía.
Y con el toque apropiado de nostalgia que los filtros de las fotos le otorgan; esa nostalgia especial que hay en esa zona de Francia, donde lo moderno casi no puede escapar de Mónaco o Niza para invadir los pueblos.
Y veo que Invader es implacable; hay que tener ganas de ir a dejar la marca a Saint-Paul-de-Vence… :)
Me encantan siempre tus fotografías y lo que escribes!!!!
es mi ratito de desconectar de mi mundo rutinario y dejar volar la cabeza hacia los lugares por donde vas yendo.
Gracias!
:-)
Hola
lindas fotos y tu vida.No hay mas bagaje de experiencias que te puedas llevar de este mundo.He viajado por suerte bastante pero en otras circunstancias,como me gustaria tener tu edad,ya soy septuagenaria,ay,que feo que queda.Pero mis ganas e intereses son de muchos a;os menos.No dejes de visitarn Rocamadour,Carcassonne,La roque Gageac y La popie,en realidad este ultimo pueblo tiene un nombre mas largo pero ….no me acuerdo,pero es fantastico.Tambien son lindisimos los que te recomienda Facundo.
suerte y que puedas seguir conociendoi
Hola Aniko. ¿Cómo estarás?.
Ojalá que no te hackeen más tu blog,
(eso lo digo por lo que escribiste en tu post anterior :-O ).
¿Así que te estás por robar mi verano?.
Bueno, te lo presto, pero por una estación nomás! ;-)
Lo penúltimo que te quiero decir es…
…fa, no se como escribirlo… :-S
…te pido por favor que nunca más comas Foie gras :’-(
Y eso…
…sea donde fuere que estés,
deseo que siempre estés más que bien!!!!
Desde Montevideo, Uruguay,
te mando un abrazo muy fuerte!!!
jajaja el macaron de foie gras ni lo probé así que no te preocupes.
Saludos desde acá!
Gracias Gracias Gracias por compartir tu pasion, tu trabajo y tu vida! Tome nota de todo para cuando este por ahi en unos meses!!!!
Menudo recorrido fotográfico! Creo que es tu post con más imágenes que he visto hasta ahora.
Por cierto, ¿has cambiado de cámara?
Gracias por el paseo virtual y ya estoy deseando de leer tu nuevo blog!
Un abrazo sureño
jajaja tengo post con más fotos eh… soy medio desubicada en la cantidad de fotos que meto por artículo.
No, no cambié de cámara, esas son con la réflex, lo que pasa es que ahora está en reparación y estoy sacando todas con el teléfono.
Abrazo!
Hola Aniko!! esas fotografías te transportan!! son bellísimas! tus experiencias, como siempre, se viven a través de tus relatos, estamos con vos.. espero tu segundo libro para seguir acompañándote! bueno, en cierta forma es estar en el lugar con vos. Nos encontramos en el próximo newsletter! qué estés bien y gracias!
gracias Alejandra! :)
Gracias Aniko por hacerme viajar sin salir de mi casa pero al leer tus realtos me transporto por momentos que despejan mi me mente y me hacen queres salir mas rapido a cumplir ese mi sueño de trotamundos que creo en el fondo todos lo tenemos solo que no tenemos la oportunidad o valentia de hacerlo besos espero anciosa otra de tus aventuras
Hola Aniko es el primer post que leo tuyo y me fascino, me gusto tu forma de narrar como vas viviendo y teletransportas a el lector con tus fotografias
Pese a que he viajado bastante, por mi profesión de periodista, tus relatos y fotos tienen una frescura que me encantó y me siguen encantando en cada entrega. Gracias por compartir esa belleza exterior e interior.
Muchas gracias Ricardo!
¡Hola Aniko!
¡Qué bonita es la Provenza! Me encantas las fotos, sobre todo la de los detalles. ¡Me encanta que hasta las tejas estén puestas de diferentes colores! Supongo que para alegrar la vista de los que miran desde arriba… o porque se quedaron sin más tejas XD
Yo los macarrons los probé en Suiza, pero allí eran cariiiiisimos, así que creo que me forcé a autoconvencerme de que no estaban tan buenos para no arruinarme jejeje ¿También eran caros en Francia?
¡Saludos! =)
Son caros en todos lados!
En Francia te cuestan alrededor de €1 el macaron. No sé cuánto te habrán costado en Suiza!
Tomando mate en esta mañana porteña fui transportada a la provenza francesa sin pasar por aeropuertos , ni cargar maletas …..mil gracias , en serio ! que sigan los viajes siempre !
Lectora
Bs As
Hola Aniko. que lindo poder escaparme con tus escritos un poco de las cosas que me preocupan en estos días.
Ya me puse ansiosa por leer tu próximo libro……como nos dejas con la intriga……. ;-)
Qué maravilla de post, y de fotos, y de detalles. Me han entrado ganas de visitar la zona. Mil gracias. Desde ahora fan número uno de tu blog. Gracias, de verda
Hola Aniko!
Estoy tratando de ponerme al día con algunas páginas que me encantan cuando descubro éste post sobre la ‘Provence’ y claro, es allí exactamente donde vivo!
Bueno, en realidad soy un ciudadano del mundo aunque ancla’o entre un rincón mágico de la Provence y el barrio de Montmartre en París.
Siempre me resulta interesante leer reportajes sobre personas que visitan por primera vez la Provence y cómo la interpretan. Tengo un blog donde escribo (y comparto fotografías) sobre el tema y claro, no voy a explayarme demasiado al respecto, pero en realidad y hablando de éste recorrido, has visitado muy poco de lo que llamamos ‘Provence’ y ése lugar ha sido Aix-en-Provence.
La sub-región de Provence forma parte de la región conocida como P-A-C-A: es decir Provence, Alpes y la Costa Azul. Es una zona del sudeste de Francia y si te ha recordado tanto a Italia es porque en realidad el nombre de ‘Provence’ viene de los romanos, ya que la ‘Provence’ fué la primera ‘provincia’ fuera del Imperio romano o la primera región en ser conquistada fuera de lo que hoy conocemos como Italia.
Y claro, la influencia romana se percibe por la arquitectura, los pueblos, las costumbres, los cultivos de la viña y de los olivares, y claro está, por la gran cantidad de sitios arqueológicos romanos, perfectamente preservados y distribuidos a lo largo de toda la región…
Si de algo puedo estar seguro es que la calidad de vida aquí, a pesar del eterno pesimismo y criticismo francés, continúa siendo muy alta, y claro, es en los paisajes y pueblos de ‘tierra adentro’ donde encuentro ése auténtico ‘savoir-vivre’ tan local.
Personalmente vivo en plena campiña, en una zona llamada ‘Parque natural regional de Luberon’, un sitio preservado por la Unesco. Estoy rodeado, cuando no, de viñedos, campos de girasoles, olivares milenarios, campos de lavandas, y decenas de pueblecitos colgados ‘literalmente’ de las colinas.
Algunos de ellos inscriptos en la prestigiosa lista de ‘Los Pueblos más bellos de Francia’: Gordes (donde trabajo), Roussillon-en-Provence (vivo a dos kms de éste pueblo), Menerbes, Lourmarin, Ansuis, pero también Bonnieux, Lacoste, Lauris, Goult, Saint-Saturnin-les-Apt, etc. etc.
Te dejo entonces ‘tarea para el hogar’ y recorrer algunos de éstos maravillosos pueblos a través de mi blog o de otras búsquedas on-line.
Y claro, si querés nos comunicamos ‘en privado’ y antes que dejes de Francia, con gusto te invitaré a conocer y/o regresar a éste rincón de la Provence, ya sabes, el famoso ‘Luberon’.
A Bientôt!
Gus Planet
Hola Gus!
Sí, ya sé que me faltó un montón! Pero imaginate que en cinco días no se puede ver mucho, y cuando uno viaja en grupo tiene que someter todo a votación :) Me encantaron los lugares que conocí pero me quedé con ganas de más. No sé si volveré esta vez, pero queda pendiente para más adelante.
Gracias por toda la info!
Hola Aniko, mucho gusto, me llamo Ennio y hablo un poquito de Espanol…hermosas fotos en tu blog, un trabajo verdadereramente interesante tambien con tu comentos..un trabajo bien hecho…yo soy Italiano y me gusta tambien viajar,gracias y una buena semana.
Gracias Ennio, me encantaría conocer tu país. Saludos!
Hola Aniko! Me encantó tu post sobre la Provenza, en abril estaré allí! Me quedé con ganas de saber dónde se comen los macarons más ricos… te acordas el nombre del lugar así lo busco?
Un beso y feliz año!
Vero
A mí me encantaron estos: http://www.meressemacarons.com/
Hola Aniko, qué tal?! Estoy planeando hacer mi primer viaje a Europa el próximo año y uno de mis posibles destinos es la Provenza. Una duda (entre el montón de dudas que tengo jajaja) ¿ustedes arrendaron un auto para poder viajar de pueblito en pueblito? ¿O es fácil moverse a través de buses o algo de ese estilo? ¡Muchísimas gracias si es que me puedes ayudar! Cariños gigantes!
Hola Aniko, espero que te encuentres de nuevo viajando. Me encantaron las fotografías y tus comentarios. Desde hoy seré una constante visitante de tu blog.
Gracias por permitirme viajar contigo…