Huacachina: perdidas en el desierto
“No puedo creer que me hayas convencido de hacer esto”, me dice Mirla mientras subimos con muchísimo esfuerzo una de las dunas de arena que envuelven al oasis de Huacachina. “Ya falta poco”, le respondo, intentando consolar tanto a ella como a mí. Pero no falta poco. Cada vez que frenamos para recuperar la respiración, cuento las huellas que dejamos en la arena: como mucho, habremos dado siete pasos. Seguimos subiendo. Los pies se me hunden hasta los tobillos a cada paso, el corazón me late aceleradísimo y siento que los músculos de mis piernas van a explotar. No es nada fácil caminar por la arena, mucho menos si esa arena pertenece a una duna, mucho menos si esa duna forma parte de un desierto (y mucho menos si no tenés un buen estado físico). Caminamos diez pasos y frenamos, caminamos otros diez pasos y frenamos otra vez. Miro hacia arriba y me da envidia ver que hay gente que ya está sentada en la cima de la montaña de arena, lista para contemplar el atardecer sobre el desierto. Falta poco, sólo un tramo más. Lo hago corriendo, no quiero darle tiempo de descanso a mis piernas, no quiero ni pensar en que estoy cansada. Finalmente llegamos y me tiro boca arriba en la arena.
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Recupero de a poco la respiración y miro hacia todos lados. Desde ahí podemos ver la ciudad de Ica de un lado y el oasis de Huacachina del otro. Hay personas haciendo sandboard en la duna de enfrente, algunos buggys dando vueltas por ahí, parejas sentadas en la arena y gente que sigue subiendo. Pasa uno que va empujando su bicicleta, cruza frente nuestro y sigue hacia otra duna más alta; más tarde lo vemos bajar: hace todo el camino de vuelta en su bici a toda velocidad, con las ruedas semihundidas en la arena, como si estuviese bajando por una enorme ladera de manteca. Todos son como hormiguitas en un inmenso desierto de arena. “Desde esa duna de arriba se ve mejor, ¿seguimos subiendo?”, pregunta una de las dos. “No, ya está, quedémonos acá”, responde la otra.
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Mientras miramos el desierto le cuento a Mirla que una vez, cuatro amigas y yo nos perdimos en ese mismo lugar. Fue en el 2008, cuando Huacachina era un lugar… cómo definirlo… más vacío. Alguien nos había contado que existía otro oasis, más chiquito que Huacachina, que era totalmente virgen e inhabitado. Solamente tenía una laguna y árboles con frutas exóticas. Quisimos ir a conocerlo. Nos paramos en la esquina donde salían los buggys y le pedimos a un conductor que nos dejara lo más cerca posible de ese oasis. Nos acercó hasta un lugar, nos dijo que teníamos que cruzar una duna y que el oasis iba a estar del otro lado, y se fue. Nos había llevado de onda, sin pedirnos ni un sol a cambio, pero tenía que seguir con su tour. Quedamos solas en medio de la nada. No se veía Ica ni Huacachina, solamente dunas por todos lados. Empezamos a caminar, logramos cruzar la duna que nos había señalado el conductor y nos encontramos con… más dunas. No había ningún oasis a la vista. Nos empezamos a preocupar. ¿Cómo íbamos a salir de ahí? Estábamos literalmente en medio del desierto, sin agua, sin comida, sin abrigo. Si se venía la noche, chau.
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Caminamos durante un rato más —ni recuerdo cuánto, en el desierto se pierde la noción del tiempo— y seguíamos en medio de la nada. Una de mis amigas se puso a llorar de la desesperación. Vimos que un buggy se acercaba a lo lejos y le hicimos señas para que frenara. Tenía capacidad para cuatro personas y tres de sus asientos estaban ocupados. Le pedimos al conductor que por favor nos acercara a Huacachina o a Ica. “Bueno, las llevo pero son 30 soles cada una” (algo así como 10 dólares por persona). Y nos salió de adentro: “¡Ah no! ¡30 soles ni en pedo!”. Estábamos perdidas en medio del desierto pero igual íbamos a regatear nuestro rescate. Finalmente nos llevó y no recuerdo cuánto pagamos, pero 30 soles seguro que no. Nos dejó en una de las dunas que rodea a Huacachina y, como estábamos agotadas por aquella aventura, nos quedamos las cinco acostadas en la arena durante por lo menos una hora. Una de las chicas dijo: “Lo único que falta para que este día sea aún más irreal, es que haya fuegos artificiales”. Claro, fuegos artificiales en medio del desierto.
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Nos quedamos dormidas, ya era de noche pero no hacía tanto frío. De repente escuchamos un “PUM” que venía de lejos. Yo pensé que alguien había disparado un arma. Escucho que una de mis amigas dice: “¡No lo puedo creer! ¡Miren, miren!”. Miramos hacia arriba y sí: fuegos artificiales de todos los colores envolvían el oasis. Más tarde nos enteramos de que venían de una feria regional que se estaba realizando en Ica, la ciudad cercana a Huacachina. Fue un día totalmente surrealista.
Termino de contarle la historia a Mirla y le digo que esta vez Huacachina me decepcionó un poco. El lugar es mucho más turístico que antes, todo está más caro, van todos de levante. No me gusta, siento que perdió la magia, que ya no es un lugar oculto.
Como ya empieza a refrescar, volvemos hacia el oasis. El camino de vuelta es rapidísimo, bajamos corriendo, dando saltos enormes. La arena es blandita, no ofrece resistencia y no lastima. Siento que estoy caminando sobre nubes, en mi cabeza suena el tema “Walking on the moon” de The Police. Pienso en que las dunas cambiaron de forma, ya no son las mismas del 2008. Y me doy cuenta de que después de haber vivido “Aquel Día” en el desierto, ya no hay nada de Huacachina que pueda sorprenderme.
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Les dejo algunos precios por si visitan Huacachina:
- Cambio: un dólar equivale aprox. a 2.70 soles (septiembre 2011).
- Hostel: 15 soles la noche en dormitorio compartido.
- Menúes de almuerzo y cena: desde 10/15 soles (incluye una entrada, un plato principal y una bebida).
- Tour en buggy: entre 30 y 40 soles (no lo hice esta vez pero esos fueron los precios que escuché, probablemente se pueda regatear).
- Bus a Lima: 22 soles (4 horas)
- Subir a las dunas y ver el atardecer sobre el desierto, es gratis. Y perderse en el desierto, no tiene precio.
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Leí una nota tuya en la revista Nueva en la que hablabas de este lugar, yo desconocía completamente su existencia. Muy lindo los relatos y muy buenas fotos :).
Sos una genia, sin palabras!
Excelentes Fotografías. lindo lugar para visitar
No puedo morir sin conocerlo.
¿Esto entra en situaciones bizarras? :D jaja, ya hacía falta que te pase algo medio turbio :P
Todavía me estoy riendo con esto:
“Estábamos perdidas en medio del desierto pero igual íbamos a regatear nuestro rescate”
¡¡¡I-DO-LA!!!
El lugar me hace acordar a ese planeta de arena que hay en Star Wars Episodio 1, donde se corren las carreras…
Un abrazo Aniko!!!
PD: me encantó, especialmente, la primer foto.
JAJAJA yo también me reía de esa frase cuando la escribía! es que fue así, imaginate la escena de desesperación: cinco gringas perdidas en el desierto; el conductor del buggy debe haber pensado “acá aprovecho y les cobro fortuna para llevarlas de vuelta”, y ahí saltaron las cinco argentinas ratas: “no te pagamos 30 soles NI EN PEDO!!!!”
el planeta ese se llama Tatooine o algo así. soy fan de Star Wars, aunque más que nada de las películas viejas :)
Si, así lo imaginé, todavía me estoy riendo :-D
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si, se llama Tatooine, no recordaba el nombre.
Hola Aniko!! me encanta tu Blog enserio:) …este lugar en peru la verdad no lo conocía. es increíble e ideal para unas buenas fotografías. y es verdad. es muy parecido al planeta Tatooine. te pregunto. conoces o fuiste al lugar donde se filmo star wars? donde esta el planeta tatooine? creo que esta en Túnez. deberías ir y escribir en tu blog. es mas. están las casas y todo donde estaba Han solo y Chewbacca. la casa de luke esta un poco lejos. pero dicen que esta como nueva. ya que paso mucho tiempo en la intemperie. bueno te felicito aniko y genial tu blog. increíble relatos y tus fotos. saludos!!
Como fan de Star Wars, tengo que ir a ese lugar. :D
para todo lo demas, existe regatear? jaja
Muy lindo lugar, hermoso, no es extraño que te haya desilusionado si hace unos años era un lugarcito exclusivo que conocías, me ha pasado con varios lugares que hace 10 años no era nada y hoy son superexplotados turísticamente, pero yo YA ME ESTOY ANOTANDO HUACACHINA para cuando ande por Perú, por suerte parece que falta poco :-) Te felicito por el blog y como se está haciendo muy famoso también. Ahora lo de REGATEAR EL PRECIO DE RESCATE realmente fue increible, sos todo un personaje Aniko. Es tu nombre real? Saludos
JAJAJA regateo o muerte!
sí, Aniko es mi nombre :)
¡¡¡¡¡¡¡Qué envidia me dais,si yo pudiera hacerlo no os envidiaria!!!
Capas si hubiese leido esta nota antes de comprar los pasajes de cuzco a lima me hubiese vuelto de cuzco un dia antes! esto es sorprendenteeeee!!
jajajajaja estaba leyendo el libro y dije, naaa necesito saber si hay fotos de este lugar y si. Efectivamente había! ES increíble el lugar, ni lo conocía. Tengo que regresar a Perú e ir!! . Beso.. sigo leyendo que ahora viene la parte del dengue jaja.
Hola, me gustaria saber el nombre del hostel donde te hospedaste en huacachinas, el blog es muy interesante
Saludos
Hola Jimena, perdón pero no me acuerdo!!
Hola, sabes si es facil conseguir taxi por la noche de huacachina a ica? lei que podia ser peligroso salir despues del atardecer pero debo hacerlo pues el bus que planeo tomar sale de ica a las 10 pm
Hola David, no estoy del todo segura, pero supongo que debe haber taxis a esa hora, igualmente lo mejor es que te informes antes, quizá al llegar ahí, y coordines un servicio de taxi con anticipación.
Sí es fácil conseguir, en la misma entrada encontrarás varios, pero en la noche los precios son más elevados. Hasta la agencia te costará de 8 a 10 soles como máximo, los taxis son seguros en Ica c:
Aniko, leyendo tu libro Días de Viaje veo que está marcada ICA. Sin embargo en el libro y en el blog la única historia que aparece es esta. Mi pregunta es ¿Pudiste conocer ICA?
A mi estando en Lima me contaron la historia de “Las brujas de Cachiche”. Cachiche es un pueblo de la ciudad de ICA (lo que sería una localidad en Argentina). Es el famoso pueblo de las brujas. Por si conoces algunas de las historias no te las cuento. Cuando haga mi segundo viaje a Perú en un par de años Cachiche-ICA va a ser uno de los lugares que visite, el infaltable en la lista.
Quise decir si no conoces. Estaría bueno un boton editar para corregir errores de grámatica y ortografía. En el blog escribir.me se puede.
Sí, conocí Ica, está a pocos minutos de Huacachina, lo que pasa es que el relato quedó en un blog anterior.
Me recomendaron tu blog y es genial. Te voy leyendo poco a poco, cuando tengo tiempo. Me encanta llegar a textos sobre lugares en los que he estado, como este, o a otros sobre lugares a los que querría ir. Me encanta cómo escribes, las cosas que cuentas, lo cercano, los detalles. Eres grande :).
Hola Aniko! Hace una semana estuve en Ica y pagué un tour por la ciudad y como parada final en Huacachina, y te comento que el precio para el buggy me salió a 3 soles (TRES!!!) creo que venía como paquete del tour. Ah y por si las dudas esos servicios turísticos están en la misma plaza dentro de en unos locales. Solo quería aportar eso. Saludos desde Lima y buenos viajessss!!!
Increíble lugar y poco promocionado, al menos en Argentina no nos ofrecen tours a Huacachina. ¿Cuantos días recomiendas para visitar ésta maravilla de lugar?, Gracias Aniko!
Hola Aniko, me interesa demasiado tu viaje a peru. Con este texto he podido imajinar como se siente estar en este lugar. Espero que algún día pueda ir a conocer Ica en persona.