De cabotaje
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Nunca me gustó mucho viajar en avión. No es que me dé miedo volar (ACTUALIZACIÓN 2014: me aterroriza volar), lo que no me gusta es el cambio abrupto y acelerado del paisaje. Te subís a un avión en un clima tropical —por ejemplo— y unas pocas horas después estás en medio del desierto (o de la selva, o de la ciudad, o de las montañas). ¿Y qué pasó entremedio? ¿Cómo fue mutando la geografía? ¿Cómo fueron variando los colores? Ni idea. Mientras vos mirabas The Big Bang Theory en la pantallita de tu asiento, el avión recorrió miles de kilómetros y vos te perdiste el camino. El avión es ideal para llegar rápido de un punto a otro del planeta, pero si hay algo que se saltea es la ruta, todo eso que hay entre el lugar de partida y el destino. Por eso me gusta tanto viajar en colectivo, en tren, en barco o en cualquier medio de transporte que vaya por tierra.
[singlepic id=6018 w=800 float=center] En el avión te perdés, por ejemplo, esto.
Este vuelo, particularmente, fue raro. Para empezar, casi lo pierdo. Me distraje charlando con mis compañeros de blogtrip y cuando escuché que por el altoparlante le decían a un tal Pasajero Villalba que ese era el último llamado para el vuelo a San Juan pensé, “¡Ah! ¡Hay otro Villalba en el vuelo!”, seguido de “¡Me llaman a mí! ¡A correr a la puerta de embarque que perdemos el avión!”. Eran las 5 de la mañana, a esa hora mi cabeza no funciona… además estoy acostumbrada a viajar en colectivo por Argentina y no en avión (por lo que supuse que si el vuelo salía a las 5.40, con estar a las 5.35 estaba bien)… Pero el vuelo fue raro, más que nada, porque el avión despegó de Aeroparque (el aeropuerto doméstico de Buenos Aires, ubicado en medio de la ciudad) y no de Ezeiza (el aeropuerto internacional, ubicado en el Gran Buenos Aires, en las afueras de la capital) y me permitió ver Buenos Aires, todavía de noche, iluminada por los faroles. Parecía una constelación gigante, un Join the dots formado por puntitos amarillos sobre una enorme hoja negra. Qué pedazo de ciudad, qué urbe monstruosamente grande, pensé mientras la miraba con un poco de amor y un poco de saturación (cansa, Buenos Aires cansa). Y el vuelo fue raro, también, porque cuando aterrizó no me dejó en otro país sino en otra parte de Argentina, y hacía mucho (por lo menos 10 años) que no me tomaba un avión para volar a otra provincia de mi país.
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Así que mientras yo miraba videos de Peter Capusotto —no se puede pedir nada mejor como entretenimiento en un vuelo—, el paisaje bajo mis pies cambiaba a toda velocidad cual película puesta en Fast-Forward: de húmedo a árido, de ciudad a campo, de chato a montañoso, de vorágine a lentitud. Una hora y cuarenta minutos después aterrizamos en la ciudad de San Juan, capital de la provincia del mismo nombre, ubicada en la región de Cuyo, en el centro oeste del país. Cinco minutos después empecé a sentir los labios y el pelo reseco: aunque mis ojos no lo hubiesen visto, mi cuerpo me estaba diciendo que sí, que efectivamente habíamos cambiado de ubicación y que estábamos en una de las zonas más áridas de Argentina. El clima de San Juan es algo que se siente en la piel.
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Por qué San Juan, se estarán preguntando. En realidad la elección del destino no fue mía sino de Viajá por tu país (Ministerio de Turismo de La Nación) que me invitó junto a otros cinco bloggers a recorrer esta provincia del país. Un paréntesis: este fue, y lo digo con orgullo por haber participado, el primer blogtrip (viaje de prensa para bloggers) de Argentina realizado por un ente gubernamental, ¡un gran paso! Lo lindo de amar los viajes es que cualquier destino me viene bien: van a ver, pregúntenme si hay algún lugar al que no iría, seguro que adivinan la respuesta. Para mí, cualquier lugar fuera de Buenos Aires ya es un viaje (a veces, incluso, Buenos Aires se convierte en un viaje en sí). Así que cuando nos propusieron ir a San Juan, yo feliz. Viajando por ahí inaugura su Versión Cabotaje.
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Ahora que lo pienso, el vuelo fue raro y el viaje en sí también fue raro. Me explico. A lo largo de mi vida viajé por Argentina principalmente con mi familia (a destinos típicos como Iguazú, Calafate, Ushuaia, Mar del Plata, Córdoba, Entre Ríos y a otras partes del país a visitar familia) y con amigos (a otros destinos típicos también: Bariloche, Salta, Jujuy, Pinamar, Puerto Madryn, Gualeguaychú…). Pero desde que empecé a viajar VIAJAR, así como me gusta a mí (de manera independiente, como escritora, con mochila y en busca de la hospitalidad del ser humano), no hice ningún viaje por el interior del país. Me fui primero hacia otros rumbos, diciendo eso que decimos todos los viajeros acerca de nuestro país de origen: “Puedo viajar por mi país en cualquier momento, ya que siempre estará ahí”. Si bien no estoy de acuerdo en eso de que primero hay que recorrer el país de uno y después salir a conocer el resto del mundo (yo no elegí nacer en Argentina ni tampoco creo demasiado en fronteras ni banderas), tengo que aceptar que viajar por el propio país —y descubrir que hay una hospitalidad que habla el mismo idioma que nosotros— tiene otro sabor. Y como condimento extra, viajar por Argentina con bloggers argentinos fue una grata y divertidísima experiencia (como decíamos nosotros, este blogtrip se convirtió en un intento de Bloggeando por un Sueño).
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[singlepic id=6028 w=800 float=center] El equipo blogger y sanjuaninos que nos recibieron por allá
[singlepic id=6013 w=800 float=center] El elenco de Bloggeando por un Sueño
Los tres días del viaje parecieron tres semanas: vimos tanto en tan poco tiempo que todavía estoy deshilachando recuerdos. Visitamos Jáchal, sus calles de tierra y sus molinos; le dedicamos un día al Parque Nacional Ischigualasto, su Valle de la Luna y sus piedras-submarino; le agradecimos a la Difunta Correa e hicimos trekking en Ullum. Pero todo eso lo contaré en un post fotográfico. Ahora lo que tengo en mi cabeza es otra cosa.
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Durante todo el viaje tuve la sensación de estar mirando dos programas a la vez: por un lado el que tenía enfrente, en vivo y en directo (San Juan) y por otro el que pasaba constantemente por mi cabeza (y en el que me imaginaba qué estaría ocurriendo en Buenos Aires en el mismo momento). Si supiera hacer videos, en este momento ustedes le estarían dando Play y estarían viendo algo así: imágenes aceleradas de Buenos Aires, mucha gente cruzando la calle, subtes llenos, velocidad velocidad velocidad, filas de colectivos con barrabravas yendo a algún estadio, protestas cortes piquetes manifestaciones, gente gente gente, ruido, gritos, bocinas, lluvia, tormenta, inundaciones, mucha lluvia… intercaladas de tanto en tanto con imágenes de paisajes amplios y vacíos, campos inmensos, vacas y caballos, asados a la orilla del río, gente alrededor de un fogón y de una guitarra, lentitud, pueblos vacíos durante el horario de la siesta, perros durmiendo al sol, pan recién hecho, personas en bicicleta por rutas de tierra, aridez, mucha aridez…
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Viajar es lo más lindo del mundo, pero estoy convencida de que los viajeros necesitamos un psicólogo aparte. Este año, por ejemplo, inauguré los viajes cortos y tuve que adaptar mi cabeza a un “Ahora estás viajando – Ahora no” constante (y mucho más acelerado que de costumbre). Y en este viaje me pasó algo digno de ser analizado. Íbamos en la combi rumbo a algún destino de San Juan escuchando música. Calle 13, Manu Chao, Orishas (música muy “latina” que me recordaba mucho a mi viaje por América latina)… de repente: tema de los Fabulosos Cadillacs, “Demasiada presión”. Inmediatamente por mi cabeza pasó el siguiente pensamiento: “¡Acá también se escuchan los Fabulosos!”, seguido de un “Ah no, pará, SI ESTOY EN ARGENTINA”. :D
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[box border=”full”]Este viaje fue posible gracias a Viajá por tu país (Ministerio de Turismo de La Nación) y fue el primer viaje de prensa para bloggers realizado por un ente gubernamental de Argentina. [/box]
Como siempre,una delicia de fotografías y de pensamientos.
¡A seguir aí!
Es bueno que viajes por tu país tambien y veas la realidad de tu tierra y la hermosa sensacion de recorrer tu pais. Mas alla que no haya fronteras como decis, ni banderas; hay una realidad, y con esa realidad se vive. Me gusta tu blog y mas ahora que recorres Argentina!
la ultima foto es preciosa. Es super bonita la iniciativa de viajar por tu pais, es verdad que muchas veces no miramos lo que tenemos “en casa”…y verdaderamente tenemos lugares impresionantes! un besito aniko!!!
Hola Aniko! El fin de semana que viene estare por allá en San Juan! Espero ver las fotos del Valle de la Luna…
Me gusta esta seccion de cabotaje, pero no se por qué no note mucho el entusiasmo de otros post… como si le hubiera faltado un condimento a tu viaje, algo que no te gusto y que lo vi reflejado acá.
No se tal vez es idea mia nomas! De todas formas, tu blog y tus posts siempre me gustan :)
Suerte!!!
jajaja para nada, amé este viaje, fue un respiro más que necesario para mi cabeza. Espero poder transmitir eso en mis próximos posts… Por ahora lo que estoy contando es mi falta de costumbre ante los viajes de cabotaje! Saludos!
Menos mal q fue idea mia! Si, yo creo que no hay viaje que no pueda gustarle a un viajero jeje…. :) algunos mas, otros menos… obvio! Exitos!
Gracias aniko por transmitir lo que vas viviendo en tus viajes. Ya que yo no tengo por ahora esa posibilidad. Tan solo viajo atraves de tus fotos y de lo que relatas en cada viaje , besos
Similar al “efecto cabotaje” pero menos grave es el “efecto subte”:
No me gusta para nada eso de entrar a un pozo oscuro y salir como por arte de magia en otro lado… Y LO DEL MEDIO??? Y EL CAMINO??? Y LAS CALLECITAS NO TURÍSTICAS??
Por un mundo con menos subtes oscuros y feos!! ;-)
También es muy preocupante el “efecto ascensor”: ¿qué onda con todos esos pisos que atravesamos a gran velocidad? ¡yo quiero ver adentro de los departamentos de mis vecinos!
Muy bueno y que bien que Argentina empiece con los blogs trips, te sigo leyendo Aniko !!!
Beso
Gabo =)
Aniko! Que lindo que hayas visitado Jachal! Yo naci ahi pero no lo conozco, algun dia tengo pendiente irme para alla.
Que opinion te dejo Jachal a vos?
Te sigo siempre y me encanta como escribis.
Saludos,
Celes
MMM, creo que entiendo lo “raro”, tal vez lo raro fue que “no llegaste”, te llevaron, que “no viste”, te mostraron, que “volviste” no porque lo decidiste sinó “porque se terminó”. En todos tus otros viajes sorteaste fronteras, llegaste a lugares desconocidos, en otras palabras lo lograste, lo descubriste, lo resolviste, etc. Tiene otro gusto. Yo manejé por rutas de 12 países diferentes al nuestro y cuando entré al país “cargar combustible” ya era raro, era conocido, la marca, como se pide, como es lo que cargamos, diferente en otro país, dónde ni siquiera sabemos si hay que hechar gasohol que suena a gasoil pero es nafta (Perú) o Bencina (lo que le ponían nuestros abuelos al encendedor, pero que en Chile es Nafta, dónde diesel en muchos lugares se llama Petróleo diréctamente. etc. Viajar por el país es más fácil podemos decirlo. ES HERMOSO y sorprenden muchos lugares de la Argentina, te recomiendo ESTEROS DEL IBERA, Parque Nacional Monte León, poco difundidos a pesar de ser algo tremendamente único y hermoso. Tendrás que agregar otra configuración en tu mente para los vuelos de cabotaje ahora… lo de ” ¡yo quiero ver adentro de los departamentos de mis vecinos! ” eso ya requiere la ayuda de un profesional y tal vez hasta medicación ja ja ja ja. Si a vos te pegaron los Fabulosos no te cuento a mi lo que fué esa primer noche de hotel en ruta rumbo a casa y ver a TINELLI, éso si que fue Viajando por una pesadilla
No sé si fue eso lo raro exactamente… porque por más que “me lleven”, mis ojos siguen siendo los mismos. Creo que me sentí rara al encontrar hospitalidad acá mismo (porque estoy acostumbrada a que la hospitalidad esté muy lejos de casa).
Igual banco muchísimo a los Fabulosos Cadillacs eh!
Bueno, San Juan está lejos de tu casa :-) El interior es oooooootra cosa y supongo que la hospitalidad encontrada en otros países también está en el interior de ésos países y no en las grandes capitales o ciudades. Estuve la semana pasada en Baires, dónde viví 15 años, al 3er día me volví. La gente vive en otra sintonía, te subía a un ascensor y viajás 4 o 5 pisos con alguien que no te dice buen día, que no te mira, no saluda al bajar. Dónde vivo aún la gente que pasa caminando te saluda aunque no te conozca, dónde el policía del banco te abre la puerta cuando te vé que estás por entrar, dónde el carnicero (no el super) te ayuda a llevar la bolsa del carbón hasta el baúl del auto, el mismo que quedó estacionado en doble fila con la baliza puesta y no por éso todo el mundo saluda a tu madre. Si la hospitalidad del interior te pareció rara, bueno, tranquila, FUE LA PRIMERA VEZ, pronto te acostumbrarás a ella. Sabés que acá TE ESPERAMOS cuando quieras. Beso y aguanten los Cadillac
jaja no, no es que me pareció rara la hospitalidad del Interior (porque al decir eso parece como si yo pensara que en Argentina la hospitalidad no existe), lo que me pareció raro fue recibir esa hospitalidad argentina (porque estoy acostumbrada a viajar fuera de este país y a recibir hospitalidad de otras partes del mundo).
Si bien estoy de acuerdo en que en Buenos Aires se vive en otra sintonía (generalmente más acelerada y caótica), no creo que la hospitalidad no exista en las grandes ciudades, al contrario, yo la encontré en muchísimas ciudades (al igual que en los más mínimos pueblitos)… No quiero caer en eso de que las grandes ciudades son todas alienantes porque no lo son, sí es cierto que puede costar más encontrar la hospitalidad, pero que la hay, la hay.
Saludos!
Aniko…me gustaron mucho tus primeras impresiones…
a mi me pasa que a veces,cuando voy al interior del país,me siento más en mi país,
al salir del ritmo frenético de Buenos Aires y tener tiempo de hablar con la gente,
de hacer todo sin apuros..me siento como más en casa….
la gente es más hospitalaria…no anda tanto a la defensiva..
Los Esteros del Iberá que te recomiendan es un lugar maravilloso…
que bonitas las fotos, me encantan….y tienes razòn, desde el aviòn estas cosas te las pierdes….A mi me gustarìa poder ver mis problemas desde un aviòn, eso si, para empequeñecerlos hasta hacerlos desaparecer…..jajaja….bromas aparte, me gusta tu blog. Un abrazo y enhorabuena.
increible como siempre!
Te recomiendo este lugar:
http://liz.mx/chuveje/
Hermoso el relato, y coincido con quienes se deleitan con las imágenes, son buenísimas.
Aniko!! Qué lindo!! Reflexiones similares a las del avión nos hicimos nosotros cuando después de 9 horas estábamos en África y cumpliendo un sueño! Increíble! Pero así es, el avión tiene lo bueno de la velocidad, pero lo malo de no ver qué pasa en el camino… como decimos: “Si caminás pasan cosas”… ja
Te acompañamos en el pensamiento: “Buenos Aires cansa…” y sobre todo cuando las únicas noticias que se escuchan estando lejos son sobre más y más problemas… ¿llegará algún día en que al abrir cualquier diario veamos otra cosa?
Qué lindo ver a los bloggeros en San Juan!! Un placer!
Muy lindas fotos!
besos y abrazos desde Johannesburgo!!!!
cuidate mucho!
Aldana
Qué lindo Aniko verte viajar por el país! Qué buena iniciativa la de la Red Viajar, acercar a los argentinos y viajeros de afuera la visión de los viajeros bloggers argentinos de su misma tierra. Acostumbrado a leerte escribir de países extranjeros, noté algo raro leer de mi país en tu blog, pero me encantó. Es cuestión de costumbre supongo. Tengo entendido que van a viajar por otros lugares del país también así que adelante! Te va a encantar! Un beso!
Que buen relato y que buenas fotos Aniko!
Te hago una pregunta importante para mi (perdón la ignorancia): Me voy a Misiones en avión en un tiempito. Así que Aeroparque y el Aeropuerto de Ezeiza son dos lugares diferentes? Cómo llego a Aeroparque desde el obelisco?.
Si me respondés, sería de GRAN utilidad para mi!
SON DOS COSAS DIFERENTES. AEROPARQUE ESTA EN BS AS Y EZEIZA EN IDEM.TOMATE EL 37 QUE VA A “CIUDAD UNIVERSITARIA” EN CALLAO Y CORRIENTES Y TE DEJA ENFRENTE A AEROPARQUE.
Sí, son dos aeropuertos distintos. Tomate el 37 como dijo Rubén! Saludos!
Buenas, Aniko, a mí no me gusta a viajar en avión por miedo mismo y sin dudas cuando se viaja por tierra tenemos la oportunidad de admirar los paisajes y conocer aunque rapidamente muchas ciudades por el camino. Todavía no conozco San Juan, se me quedará para un día cualquiera.
¡Hola Aniko! soy de Caracas (una ciudad de contrastes), Venezuela.. me gustaría que visitaras mi país. ¿Cuando pasas por acá? un abrazo grande.
¿Chavista o Caprilista?
Hola Marielba!
Espero ir pronto! Aunque todavía no tengo una fecha concreta.
Gracias por la invitación, saludos!
HOLA MARIAELBA COMO ESTAS TENGO AMIGOS DE SAN JUAN DE LOS MORROS CONOCES??? SOY DE ARG
HOLA ANIKO QUE BUENAS FOTOS ….QUE BUENO ES VIAJAR EN AVION A MI TAMBIEM ME PASO QUE EL VUELO DE LAS 5 TENES QUE ESTAR 2 HORAS ANTES INCREIBLE ……PERO QUE BIEN QUE ESTES ALLA EN SAN JUAN PRECIOSO LUGAR DE ARGENTINA….VISITA NEUQUEN
Que linda fotos Ani… me encanta la forma que tenés de captar momentos. :)
Veo las fotos y leo tu relato y pienso en San Juan = Vida tranquila, y me quiero escapar ya para ahí jejejej, cansa, buenos aires cansa.. :/
Buena Vida!
Lore
Aniko! Al fin encuentro un post en donde no concuerdo en todo con vos. Era hora! jaja
Y por duplicado! Primero, porque a mí si me encanta viajar en avión. Debe ser que me gusta esa magia de transportarse de un lugar a otro y en tan poco tiempo.
Y segundo, tampoco concuerdo con eso de “viajar por mi país se puede hacer en otro momento”. Creo que es importante conocer nuestro país, no solo para apreciar lo que es nuestro sino también para poder comparar con conocimiento. Aunque tampoco voy a ser ingenuo… me encanta viajar al exterior! Me gusta intercalar, uno y uno si es posible: uno por Argentina, otro al exterior. ¿Pido mucho? jaja
Saludos!!
Yo, personalmente, me siento ciudadana del mundo y cada vez creo menos en fronteras y nacionalidades. Que haya nacido acá fue una lotería, porque tenía las mismas chances de nacer en Hungría o en Mongolia, por eso no siento esa necesidad de conocer Argentina antes de salir, porque creo que Argentina es una porción más de este planeta y no un lugar que quiero usar como base para comparar con el resto del mundo. Pero son puntas de vista nomás y acepto otras opiniones. Es un tema muy subjetivo.
Saludos!!
ESTUBE VIENDO LA NOTA DE LA REVISTA DE LA NACION Y QUICE VER ALGO,A MI ME GUSTA VIAJAR CUANDO PUEDO, CASI SIEMPRE VAMOS CON LOS GRUPOS DE JUBILADOS, YO TAMBIEN LO SOY Y TENGO 65 AÑOS, LO QUE ADMIRO COMO HACES PARA MOVERTE POR TODOS LADOS. YO AHORA ESTOY VIEJO PERO NO ME ANIMARIA, MUCHOS SALUDOS Y SUERTE. LUIS DE MADERO
Gracias Luis!!!
Un saludo y que sigan los viajes!