Geocaching: la búsqueda del tesoro más grande del mundo
Mañana, 2 de mayo, Geocaching cumple 15 años. Y lo único que me pregunto es cómo no lo descubrí antes. En realidad lo conocía, varias personas me habían hablado acerca de ese juego, pero nunca le di mucha importancia. Era como:
—¿Sabías que hay gente que esconde cosas en todas partes del mundo y da las coordenadas del GPS para que otros las encuentren?
Y yo:
—Ahhh, mirá.
Y nada. Aniko despertate.
Hace unos días estaba leyendo el libro “Turista lo serás tú”, de mis amigos de la Editorial Viajera, cuando la palabra geocaching volvió a aparecer en mi vida. Este libro propone más de setenta juegos para hacer mientras viajás. Uno de ellos, el 27, decía así:
“Tal vez no los hayas visto, pero tu ciudad está llena de tesoros. Tesoros reales aunque simbólicos: objetos ocultos en tarteras —tuppers— (protegidos así de las inclemencias climáticas) en coordenadas muy precisas. Han sido escondidos por personas, pero, paradójicamente, para que sean encontrados. Pero no por cualquiera: solo por aquellos que los busquen en páginas web creadas a tal efecto. Parece un juego, un acertijo, y es así: se trata del geocaching.”
Enseguida lo busqué en internet y me encontré con este video explicativo:
Para jugar, decía, se necesita un GPS o smartphone. Y claro, me dije, la última vez que escuché hablar acerca del geocaching no tenía smartphone, pero ahora sí, así que me bajé la aplicación enseguida para ver de qué se trataba. Se abrió un mapa de Biarritz —la app sabe dónde estás— y aparecieron como treinta puntos verdes. ¿Qué quería decir eso? Que en cada uno de esos puntos había un tesoro escondido. Empecé a saltar de emoción y le dije a L.: “¡Mirá esto, por favor! Biarritz está llena de cosas ocultas, hay tesoros, hay cajas que quizá tengan muñequitos de la infancia de alguien, dados, libros, cartas, secretos. Tengo que salir a buscarlos, esto es espectacular”. Él, que ya se acostumbró a verme levantar cosas del piso —naipes, piezas de rompecabezas, legos, papeles escritos, cintitas, bolsitas y etcétera— y de la basura —o de lo que otros consideran basura— se reía: “Es ideal para vos, era obvio que te iba a gustar”. Pero ese día llovía mucho, así que tuve que esperar.

La Grande Plage de Biarritz, por acá cerca hay tesoros escondidos
Al día siguiente salí a caminar. Como cualquier cosa nueva, esto del geocaching me generaba algunas dudas. No voy a decir miedo, porque no era miedo, pero me daba no se qué estar buscando tesoros sola: ¿y si alguien me veía y pensaba que estaba loca? ¿y si me encontraba con otro geocacher en el mismo punto? ¿y si tenía que explicarle a alguien (¡en francés!) lo que estaba haciendo? Después leí que existe algo así como la ética del geocaching y que algunas de las reglas aceptadas son: no poner en peligro a otros, minimizar el impacto en la naturaleza, respetar la propiedad privada y evitar la sospecha pública.
Caminé hasta la playa diciéndome “no voy a hacer geocaching hoy, mejor empiezo otro día con alguien” pero no aguanté. Abrí la aplicación del teléfono y vi que muy cerca mío, a unos 100 metros, había un tesoro oculto. Miré la pista: “Está colgado”. Tendrían que haberme visto: empecé a caminar mirando para arriba, esperando encontrarme una caja colgada de algún árbol o de una pared. Al ser la primera vez, no me avivé de que la aplicación tenía un GPS incorporado que me iba indicando con una flecha hacia qué lado caminar. Yo solo veía mi punto moviéndose en el mapa y trataba de acercarlo lo más posible a ese punto verde. Cuando estuve a pocos metros, el teléfono empezó a vibrar: “¡Prestá atención! ¡Estas cerca!”. Busqué, busqué, busqué, pero no veía nada. Ni siquiera sabía qué estaba buscando.
Pasé por un arbusto y vi un tubito verde muy chico, pero lo desestimé y seguí. Cuando estaba por darme por vencida, miré la foto de alguien que ya lo había encontrado. En la app de Geocaching hay un logbook o libro de visitas online: los que ya encontraron ese tesoro dejan algún comentario (sin spoilers) y a veces alguna foto de referencia. Cuando miré la foto me di cuenta de que el tubito verde era el tesoro. Volví, lo desenganché del arbusto —estaba agarrado con uno de esos alambres para cerrar el pan lactal—, lo abrí y adentro encontré un papel enrollado: era el libro de visitas (todos los caches tienen uno). Lo firmé con nombre y fecha y volví a engancharlo en la misma rama. No sé si alguien me vio ya que era una zona con mucha gente. Volví a casa contenta, pero quería más: quería cajas como las del video.
Al día siguiente salí a caminar temprano, algo que no hacía hace tiempo. Había estado mirando el mapa y vi que en Biarritz hay una laguna (ni sabía) y que en el bosque alrededor de esa laguna hay como cinco tesoros, varios de ellos cajas (la aplicación suele decir qué tamaño tiene el tesoro que estás buscando). El lugar estaba a 45 minutos caminando de mi casa, así que puse música y fui para allá. Llegué a una zona natural lindísima y pensé que, más allá de que encontrara las cajas o no, uno de los premios del Geocaching era aparecer en lugares así. Seleccioné la primera caja en la aplicación y el GPS me empezó a guiar. Primero me mantuve por el sendero, pero después la flecha me dijo que subiera y me metiera en el bosque. Me empecé a reír sola porque me sentía una boy-scout caminando entre la maleza. La pista decía: “Está en un árbol hueco”, pero como el GPS no es cien por ciento exacto, una vez que estás a pocos metros tenés que explorar todo. Así que me puse a mirar los árboles uno por uno, a buscarles huecos, hasta que por fin apareció mi primera caja.

Por calles así me fui llevando el GPS

Después entré acá

Encontré el árbol susodicho

Y la caja
La abrí y me desilusioné. Estaba llena de publicidad (?): tarjetas ofreciendo servicios de peluquería y cosas así. Yo quería encontrarme objetos personales y con valor sentimental. Guardé todo donde estaba y me fui a buscar el próximo punto verde. El GPS me llevó por un camino que desembocó directo en la laguna. La pista de esta caja era: “Está debajo de una piedra”, así que me puse a levantar todas las piedras que encontré. Este tupper me gustó más: tenía una ficha de dominó, una pulsera, una flor seca, un pasaje de tren y un cuaderno para firmar. Dejé mi nombre y aporté una pulsera a la caja. Después me fui a sentar un rato frente a la laguna.

Para llegar a la segunda caja seguí por acá

Y aparecí frente a la laguna

Después de revisar piedras, la encontré

Caja que encontré en el bosque
Ya que estaba ahí, aproveché para seguir paseando por el lago, busqué una caja más y volví a casa. En total estuve dos horas y media caminando en busca de tesoros.

Si no hubiese sido por el geocaching, ni me enteraba de que tenía un lugar así tan cerca.

con patos y todo

Y bosque

La tercera caja estaba acá

Adentro de la caja había un aviso: “Si descubrís esto sin querer, por favor dejalo donde estaba, sin vandalizarlo. Esta caja forma parte de un juego mundial con GPS que se llama “geocaching”. Podés encontrar toda la información en el sitio web”
Supongo que esto se hace vicio muy fácil. En el libro de visitas online vi que alguien había escrito: “Lo encontré, es mi cache número 200″. Y me dije que qué pena que no supe de esto antes, porque hubiese buscado cosas en todos los países que estuve. Geocaching es la búsqueda del tesoro más grande del mundo: hay más de 200 millones de cosas escondidas en 200 países y territorios, así que se puede jugar casi en todos lados. Yo creo que de ahora en más, cada vez que llegue a un lugar nuevo, no aguantaré la tentación de abrir el mapa y ver cuántos puntos verdes hay a mi alrededor.
[box type=”star”]Más información del Geocaching
* Si bien la aplicación de Geocaching está por cumplir 15 años, este no es un juego nuevo. El geocaching es parecido al letterboxing, un juego que existe hace más de 160 años y que consiste en dejar cajas con sellos y dar las pistas a través de catálogos impresos o sitios webs. Luego, quien encuentra la caja usa el sello para estampar su propio cuaderno y demostrar el hallazgo.
* Dave Ulmer, de Oregon, fue el primero en esconder un cache y dar las coordenadas de GPS el 3 de mayo del 2000. Posteó la ubicación en una web y tres días después ya había registros de que dos personas lo habían encontrado. Hoy, en ese sitio, hay una placa conmemorativa.
* Yo estoy usando la aplicación de geocaching.com, pero hay varias webs que muestran dónde están los tesoros, como opencaching.com o Open Caching Network (tienen distintas webs para distintas regiones del mundo).
* Hay un montón de otros juegos parecidos, también al aire libre, con pistas y en todo el mundo: book crossing, bike crossing, benchmarking… Ya los probaré y después les cuento.
* Y si quieren ideas para viajar distinto, les recomiendo “Turista lo será tú. Setenta y tantas propuestas para viajar de otra manera”, publicado por La editorial viajera (la misma de “Viajeras”). [/box]
Es un vicio! yo voy a empezarlo a hacer en buenos aires!
Después me contás!
Wow! Increíble… Entré a la página y me encontré con la sorpresa que en mi ciudad hay tesoros… Qué emoción! Voy a encontrarlos y documentarlos. Gracias por este post.
Saludos desde Mérida, Yucatán, México
Genial!!
Sí, hay tesoros por todas partes. Yo ya quiero viajar a otra ciudad y salir a buscar tesoros nuevos.
Saludos!
Es buenísimo esto!!! Siempre me encantaron las búsqueda del tesoro, y no tenía idea que existía toda esta movida. Además, en mi barrio hay varios tesoros, jaja! Mañana voy a salir a buscar alguno. Gracias Aniko por traer tanta cosa bonita. Abrazo!
eeee :) qué bueno!
yo la primera vez que abrí el mapa de Biarritz y vi que había tantas cosas no lo podía creer.
¿Como me haces esto Aniko? Jugar a buscar el tesoro era mi juego favorito en mi niñez!! No se porque no conocía esto antes!! ya descargue la aplicación.. espero haya algo en mi ciudad :)saludos
Después contame!!
Recuerdo mi primer salida y encontrar una caja que alertaba “¡¡Cuidado con los GeoMuggles!!”
Saludos!
No puedo creer cuantas cosas desconozco!gracias por la info. Estoy descargando la aplicacion y tengo tanta ansiedad x esta busqueda. Gracias Anikooo :D.
Voy a probarlo! No sabía que existía
Gracias Aniko!!! Espectacular saber esto… ya me pongo a investigar :D
excelente blog.
les invitamos a leer nuestro blog:
mismejoresaeropuertos.wordpress.com/2015/05/05/jewel-changi/
gracias
Wooo, muy interesante, lo probé en Argentina y hay un montón.
En teoría en el obelisco hay uno y cerca de casa también. Después me pongo a revisar
Qué genial! Cuando vuelva a Bs As buscaré.
Noooooooo puedo creer que esto exista y que teniendo el libro de “Turista lo serás tú” todavía no lo había leído. nada me puede gustar más que la búsqueda del tesoro. Me bajo la aplicación para probarlo ya. Jijijijiji! Qué diver!
siiii, dale, bajate la aplicación, quiero ir a buscar tesoros por Madrid!
¡Me encanta! Aunque sospecho que debe ser muy adictivo. Ya me sumé!
Aniko sigo tu blog desde hace un tiempo y me permite escapar de mi rutina diaria, te agradezco mucho esto. Esto del geocaching había leído algo, pero no de alguien que lo haya echo, voy a probarlo, gracias.
¡No lo puedo creer! ¡Con lo que amaba las búsqueda de tesoros! Acabo de bajarme la app gratuíta, doy de alta mi perfil y me muestra que tengo uno a tan sólo 2 cuadras de donde estoy (la casa de mi mamá). Ya me estoy yendo a buscar qué es. ¡Gracias por este regalo! :)
Aniko!!!está buenísimo!!!!gracias por el dato
Descargamos la app con la amiga con la que vivo y había un tesoro en la esquina,jaja
Muy divertido!!
Saludos desde Mza
¡Me encantó! Quiero hacerlo, así que en algún momento libre ya me verán buscando en Buenos Aires :D
Por cierto, ¡qué hermosos lugares que tenés cerca de tu casa! Acá te tenés que ir muy a las afueras, lo que daría por estar a 45 minutos de un bosquecito..
Me alegra que lo hayas encontrado, es lo mejor de este tipo de juegos ;)
Saludos!!
Sí, acá hay lugares re lindos, aunque fue una caminata de 45 minutos y a la vez fue una sorpresa porque no conocía esa laguna. Lo bueno de Geocaching es que los tesoros suelen estar ocultos en lugares muy lindos.
Que genial Aniko! Gracias siempre por compartir cosas tan lindas! Cuando lo ví, pensé, – Acá en Miramar no creo que haya, y Zaz! Hay en el bosque un tapper! jaja! Ya voy a buscarlo! Gracias! Que lindo!
Uy qué buena onda! :)
Buenísimo Aniko! Gracias por compartirlo! Voy a ver si puedo descargar la aplicación en mi cel (aún o tengo claro si en mi patata funcionará) y si funciona me voy a buscar tesoroes por cada lugar nuevo del mundo! Y cuando vuelva a mi tierra, esconderé uno muy lindo! Gracias!
Me encantó!!!!!!!!! No lo conocía, y ya me hice adicta sin siquiera probarlo! Pero voy a tener que esperar, porque si bien tengo un smartphone, está casi jubilado y funciona muy mal, así que el gps no me anda y no puedo bajar casi ninguna aplicación. El día que me compre otro teléfono, ya tengo con qué estrenarlo!! :)
Gracias!!!!!
Es genial!
Fijate que me parece que en la web de Geocaching también dan las coordenadas. De últimas te armás un mapita casero, a mano, y salís a buscar como en los viejos tiempos!
Sarpado esto, che! ME la estoy bajando. La aplicación dice “para adolescentes”, en qué lugar nos pone eso? jajaja. Ser adolescentes eternos es lo mejor jaja. Veremos si hay alguien en Mar del Plata. Sino lo aranco yo, se puede eso??
jajajaj aguante ser adolescente!
seguro que hay en Mar del Plata, pero sino te toca esconder el primer tesoro :)
Soy Chilenita, pero estoy en Madrid regaloneando con mi papa un rato y vi esto a puertas de mi viaje por europa y dije ahhh no esto hay que hacerlo!!!! Voy a ver porsiaca si hay algo por aca, pero en verdad vivo rodeada de puros edificios y derrepente zas! un tupper en un cementerio de aca cerca!!!!! ya estoy esperando que baje un poco el sol para ir a verlo jejejejeje muchas graciasssss!!! y sigo mucho tu blog ahora que busco ideas para mi viaje. Un gran abrazo. Me encanta como escribes :)
Gracias a tu blog lo empecé a jugar.
Excelente, viva ser un adolescente por siempre. Levanté varios Trackeables en Argentina y pienso llevarlos a Europa cuando vaya a mochiear :).
Guauuwww!!! realmente emocionante!! me baje la aplicacion y vi uno en Neuquen, Argentina!!,,,
Nooo como no supe de esto antes!!!! Ya lo descargueee que emoción!! Dentro de unos dias me voy de viaje, no veo la hora de probarlo gracias aniko!!!!
Hola soy Romi, arme un viaje con 2 de mis mejores amigas.. por motivos personales no van a viajar.. Tengo pasaje para el 13 de Febrero hasta el 9 de Marzo 2016. Tengo las dudas logicas… y temores… si me ayudan un poquito se los agradezco