[box type=”star”]Podés leer la primera parte de este post acá: Bangkok en diez palabras – parte I [/box]

6. SPICY

Me lo dijeron antes de viajar: siempre pedí la comida not spicy, porque le ponen un picante que nos mata, y aunque les digas no spicy, siempre algo picante va a estar. Por ahora tuve suerte, me animé a la comida tailandesa y es… deliciosa! Me encanta la mezcla agridulce que tiene. Por ejemplo hoy almorcé un arroz con pollo, camarón y ananá (más una salsa misteriosa que jamás descifraré). Lo bueno es que los menúes casi siempre vienen con fotos o con una breve descripción de cada plato en inglés, así por lo menos uno tiene una idea más o menos remota de lo que le van a servir.

Es imposible no comer en Bangkok, la comida te persigue, los vendedores ambulantes están en todas las veredas, repito: en todas. La cosa se volvió tan sofisticada que incluso ponen mesitas en la calle para que los comensales descansen y se coman un plato de arroz. Debe haber unos diez restaurantes por cuadra e igual cantidad de carritos. Desde la madrugada, hombres y mujeres fríen pollos, cortan frutas en pedacitos, sirven té y café y preparan comidas al paso en la calle.


7. WAT

Pero los carritos no son la única decoración callejera. Hay un elemento que probablemente nos llame más la atención a nosotros (por nosotros me refiero a los occidentales): cada pocas cuadras hay desde enormes templos (wats) hasta pequeños altares abajo de un árbol. Los tailandeses se toman unos minutos de su rutina para frenar, agradecer y realizar alguna ofrenda. Casi el 95 por ciento de la población es budista practicante y es muy común cruzarse con monjes en cualquier parte de la ciudad. Ellos tienen ciertos lugares reservados en los trenes, subtes y barcos y, según tengo entendido, una mujer no debe sentarse al lado de un monje. En Bangkok hay todavía mucha evidencia del antiguo reino de Siam, especialmente templos, palacios y Budas. Actualmente el país es una monarquía constitucional: el rey Bhumibol Adulyadej está en el trono desde 1946.

8. PIES

Para los tailandeses, la cabeza de las personas es sagrada y los pies son lo más bajo y sucio, por lo tanto es de mala educación tocarle la cabeza a alguien o señalar algo con los pies. Además, cada vez que se entra a un templo o a una casa es necesario descalzarse: en los templos hay carteles que piden a los turistas que se saquen los zapatos y estantes ubicados especialmente para dejar el calzado. Otra cosa que llama la atención con respecto a los pies es la cantidad de lugares que ofrecen masajes y reflexología, hay por lo menos una o dos de estos “salones de belleza” por cuadra.

9. TUK-TUK

“Tuk tuk lady? Where you go?”, probablemente es una de las primeras frases que aprenden los conductores de tuk tuks cuando sacan el registro. Si bien los vendedores ambulantes tailandeses no acosan a los turistas (es más, creo que ni les llaman la atención), los conductores de estos peculiares taxis se acercan a cualquier extranjero que vean. Puede parecer divertido subirse a estos autitos mezcla de moto con carroza, pero si hay algo que los tailandeses les dicen a los turistas es no se suban a los tuk tuks. Es verdad que cobran menos que un taxi normal, pero generalmente lo que hacen es pasearte, decirte que el lugar que querés visitar está cerrado y llevarte al negocio de ropa o joyas que maneja la cuñada para que compres souvenirs. Uno de los scams (engaños) más comunes es que te ofrezcan un tour por distintos puntos de la ciudad a un precio muy barato y te terminen llevando a donde se les cante (probablemente a lugares donde les den una comisión por llevar turistas). Otro engaño bastante común según leí es la venta de piedras preciosas: alguien se te acerca y te ofrece piedras preciosas a un valor muy bajo y te asegura que las vas a poder vender en tu país a un precio altísimo, en ese momento interfiere alguien que dice ser del gobierno, te muestra su identificación (trucha) y te sella un papel donde promete devolverte la plata en caso de inconvenientes. Obviamente todo está armado. Más allá de esto, es muy raro que quieran robarte o lastimarte.

10. CALOR

¿Ya dije que hace 40 grados a la sombra, no? Esta palabra se ganó dos apariciones en mi top ten de Bangkok porque el calor es tan pero tan insoportable que no dan ganas de salir de los lugares que tienen aire acondicionado. Lo que no entiendo es cómo hacen las tailandesas para estar impecables: ni una gota de transpiración, ni un pelo fuera de lugar. Que alguien me indique dónde compro lo que sea que usen para estar así. ¿Será cierto eso de que se bañan tres veces por día?

Decidí huir de la ciudad e ir hacia la playa, ya que esta es la mejor época para ir al mar. Además en unos días empiezan las vacaciones acá en Tailandia y los festejos de año nuevo, así que va a haber una gran movilización de gente.

Me voy a las islas de Ko Pha Ngan y tal vez Ko Samui, al sur del país, en breve escribo desde allá.

¿Querés saber cuáles son las primeras cinco palabras? Lee este post!

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