¿China 2011?
(nota: todas las fotos son de pedacitos de China que fui encontrando en el Sudeste Asiático)
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Al pensar en o imaginar Asia desde Argentina (sin haber viajado jamás para este lado del mundo) es difícil no caer en el preconcepto ese de que “todos los asiáticos son chinos”.… Seguir leyendo...
La mirada asiática IV: Observar (por segunda vez y desde otro punto de vista)
[box type=”star”]Este post pertenece a la serie “La mirada asiática”. Porque mi viaje por Asia tuvo mucho que ver con la mirada: ojos que me inspeccionaban con curiosidad, etiquetas que me adjudicaban por ser argentina, lugares que miré dos veces, y esa mirada fija que recibí tantas veces mientras viajaba en los transportes locales.[/box]… Seguir leyendo...
La mirada asiática III: Ver (etiquetas)
[box type=”star”]Este post pertenece a la serie “La mirada asiática”. Porque mi viaje por Asia tuvo mucho que ver con la mirada: ojos que me inspeccionaban con curiosidad, etiquetas que me adjudicaban por ser argentina, lugares que miré dos veces, y esa mirada fija que recibí tantas veces mientras viajaba en los transportes locales.[/box]… Seguir leyendo...
La mirada asiática II: Mirar (fijo)
[box type=”star”]Este post pertenece a la serie “La mirada asiática”. Porque mi viaje por Asia tuvo mucho que ver con la mirada: ojos que me inspeccionaban con curiosidad, etiquetas que me adjudicaban por ser argentina, lugares que miré dos veces, y esa mirada fija que recibí tantas veces mientras viajaba en los transportes locales.[/box]… Seguir leyendo...
La mirada asiática I: Leer
[box type=”star”]Este post pertenece a la serie “La mirada asiática”. Porque mi viaje por Asia tuvo mucho que ver con la mirada: ojos que me inspeccionaban con curiosidad, etiquetas que me adjudicaban por ser argentina, lugares que miré dos veces, y esa mirada fija que recibí tantas veces mientras viajaba en los transportes locales.[/box]… Seguir leyendo...
Una bule de paseo en la feria de Yogyakarta
9 pm: La feria
El viernes pasado nos fuimos de paseo a la feria de Yogyakarta.
Una de esas ferias de pueblo, de película, con algodones de azúcar, casa embrujada, rueda de la fortuna y un samba con tracción a sangre.… Seguir leyendo...
Mi (frustrado) viaje a India
(Nota: todas las fotos de este post son de pedacitos de India que encontré en el Sudeste Asiático)
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Me di cuenta de que estoy totalmente inmersa en la realidad del Sudeste Asiático hace unos días cuando miré el partido de fútbol Indonesia vs.… Seguir leyendo...
Del budismo silencioso de Laos a la Navidad frenética de Kuala Lumpur (en tan solo 50 horas)
Debo haber roto el récord de mayor cantidad de horas del día pasadas sobre algún tipo de transporte: de tres días, es decir de 72 horas, estuve 50 (sí, CINCUENTA) horas en movimiento.
Algo que no recomiendo por más divertido que parezca ya que puede traer consecuencias de lo más ridículas y encuentros con personajes bizarros.… Seguir leyendo...
I ♥ Savannakhet
Voy con la ventana abierta, mirando hacia fuera y pensando que no hay momento que me guste más que éste.
Estoy viajando en colectivo de Tha Khaek a Savannaketh: es un bus local, de esos con asientos descosidos, con laosianos que me miran curiosos, y que se hacen los distraídos cuando les devuelvo la mirada, con bocinazos a las vacas que se cruzan en la ruta y sin aire acondicionado.… Seguir leyendo...
El encanto laosiano
Laos me gusta.
Voy de pueblo en pueblo, de ciudad y ciudad, y aunque no esté acá hace mucho, cada día me gusta un poquito más.
Será porque es un país de pocos habitantes y la tranquilidad se respira.… Seguir leyendo...
Sobre paraísos e infiernos: Luang Prabang y Vang Vieng
No creo en las dicotomías pero a veces me encuentro con dos lugares a pocas horas de distancia que me parecen tan opuestos que me tienta la idea de describirlos como paraísos e infiernos personales.
Sin embargo, como digo siempre, lo que a mí me pareció fascinante, a otro podrá parecerle aburrido y lo que a mí me pareció decadente, a otro podrá parecerle muy divertido.… Seguir leyendo...
Pueblito sin nombre
Existe un pueblito —llamémoslo MNN— a orillas de un río —llamémoslo RM— en un país de Asia —llamémoslo RDPL— que casi no figura en el mapa.
Este pueblito de 800 habitantes es accesible solamente por barco, no tiene calles y por ende no tiene autos, motos ni bicicletas.… Seguir leyendo...
De Vietnam a Laos por la Ruta del Cielo
Me dijeron que era la ruta del infierno, el viaje de la muerte, el cruce de frontera más largo del mundo, que seguro me quedaba varada en algún lado, que con lluvia era lo peor, que el trayecto era todo al borde del acantilado y súper peligroso.
Vietnam: final en blanco y negro
Y así, casi sin darme cuenta, estuve 25 días en Vietnam.
Empecé en Saigón, deslumbrada y con la mirada idealizadora de quien se enamora a primera vista.
Seguí hacia Mui Ne, pueblo costero en el que no hice mucho más que nadar, andar en bicicleta y morir de cansancio en las dunas.… Seguir leyendo...
La Humana Universal
Si me concedieran un deseo pediría (además de la teletransportación, ser invisible y hablar todos los idiomas existentes) tener un disfraz de persona local para cada ciudad, pueblo, isla y país del mundo.
Poder convertirme en la Humana Universal, una especie de Zelig/camaleón viajero capaz de adaptarme a cualquier cultura y entorno.… Seguir leyendo...
Halong Bay tour: lo bueno, lo malo y lo feo
[box type=star] Todo esto que cuento me pasó en el 2010, es probable que la situación haya cambiado… o no. Lo que sí es cierto es que hoy en día hay mucha más información en internet y que es posible hacer las reservas por medio de operadores confiables.… Seguir leyendo...
Cita a ciegas (fallida) con Hanoi
Hanoi y yo no tenemos onda.
No nos llevamos bien, no nos entendemos.
No hay feeling ni química.
Es como una cita a ciegas que no funcionó.
Porque al fin y al cabo, viajar a una ciudad desconocida es como asistir a una cita a ciegas: por más fotos que vea y comentarios que escuche antes, el momento de la verdad ocurre cuando nos encontramos cara a cara.… Seguir leyendo...
Hoi An: días amarillos y grises (especialmente grises)
La estoy escuchando ahora mismo de fondo, mientras escribo encerrada en el cuarto de un hotel de cinco dólares la noche con el ventilador al máximo para que se me sequen las zapatillas.
Ya no escucho otra cosa.… Seguir leyendo...
¿A qué se parece? (o Buscando similitudes en Dalat)
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1.
– Tiene la consistencia como de un kiwi pero sin el jugo y una manzana un poco arenosa. El gusto es dulce, aunque no tan dulce como una cereza y más dulce que una sandía, pero es más bien una dulzura apagada, suave.… Seguir leyendo...