Nuestra primera experiencia de housesitting en Tokio
Vi el anuncio de Amanda la misma tarde en la que casi compro dos pasajes de Tokio a París. Un poco harta de los precios del alojamiento en Japón, se me ocurrió mirar cuánto costaba un pasaje de escape a Europa y cuando encontré un vuelo directo a Francia por menos de 300 dólares lo pensé. No es que Francia sea mucho más barata, pero nuestro plan con L es volver a Biarritz dentro de unos meses, buscar casa para hacer base —cómo necesito una casa— y quedarnos un largo rato allá, así que se me ocurrió que podíamos adelantar la partida. Vivir en Japón es caro, pero nuestro plan era estar tres meses y todavía nos quedaban dos, así que en vez de dar por terminado el viaje antes de tiempo decidimos buscar otras opciones que nos permitieran ahorrar.
Entré a la web de housesitting en la que nos habíamos hecho un perfil hacía unas semanas y vi que Amanda buscaba a alguien que cuidara su casa y a sus dos perras en Tokio durante cinco días mientras ella y su marido se iban de viaje al Monte Fuji. Le escribí enseguida, le dije que estábamos en Tokio, que nos encantan los animales, que trabajamos desde casa, que estábamos disponibles. Unas horas después teníamos una respuesta positiva: “Quiero conocerlos con las chicas, encontrémonos en la estación Yoyogi-Uehara a las 8 de la noche”. “Las chicas” eran Doris y Lucy, dos perras australianas de raza labradoodle, mezcla de labrador y poodle (caniche), de 3 y 5 años, que apenas nos vieron llegar se nos acercaron corriendo y nos llenaron de besos. Ellas ya nos habían aceptado como sus petsitters. Amanda y Andrew, su marido, nos llevaron a conocer la casa, nos explicaron cómo funcionaba todo, nos enseñaron a separar la basura, nos dieron las instrucciones para cuidar a las perras y nos dijeron que volviéramos en dos días para instalarnos durante las cinco noches siguientes.

Ellas son Lucy y Doris
Housesitting, que significa “cuidado de casas” en inglés, es un sistema de economía colaborativa: un dueño (houseowner) se va de viaje y, como no quiere dejar su casa y/o mascotas sola(s), busca a un cuidador (housesitter/petsitter) que pueda quedarse durante ese período de tiempo y hacerse cargo del mantenimiento de la casa y el cuidado del jardín y/o los animales. No hay plata de por medio pero ambos salen beneficiados: la casa y/o mascotas no quedan sola(s) y el cuidador no paga alquiler. Es un sistema que cada vez más viajeros eligen y hay varias webs que ponen en contacto a los dueños con potenciales cuidadores (al final del post les dejo algunas). No me acuerdo cómo descubrí housesitting, probablemente fue a través de Maga, que viajó durante dos años sin pagar una noche de alojamiento usando esta modalidad. Al igual que cuando descubrí Couchsurfing, me pareció demasiado bueno para ser cierto y durante mucho tiempo no me animé a abrirme un perfil. ¿Viajar y tener una casa y mascotas a la misma vez? Es mi sueño y se alinea mucho con lo que busco ahora: un hogar en distintas partes del mundo.

El ventanal de nuestra nueva casa
Dos días después del encuentro con Amanda y las perras nos mudamos a la casa en nuestro nuevo rol de cuidadores. “No puedo creer que vamos a tener cocina y heladera propia, tampoco puedo creer la casa que nos tocó: deben caber seis o siete departamentos japoneses adentro”, pensé. Tokio es la ciudad más poblada del mundo —tiene casi la misma población que toda Argentina— y los espacios son muy reducidos. Hasta ese momento nos habíamos estado quedando en cuartitos o en dormitorios compartidos, así que tener tantos metros cuadrados solo para nosotros iba a ser un lujo. Amanda y Andrew son de Australia pero ella está trabajando en Tokio y la empresa les da esta mansión. La casa tiene un jardín que parece un bosque privado, tiene sillones enormes para acostarse a mirar películas, tiene música, tiene una mesa donde podemos trabajar, tiene una cocina gigante con más de una hornalla, tiene la cama más cómoda que probé. Lo único malo fue que la estadía haya sido tan corta.

Descansando en el sillón

El jardín

Lucy a mis pies
Pasamos la primera noche en la casa con los dueños, que se fueron de viaje a la mañana siguiente. Apenas quedamos solos, las perras se mudaron a nuestro cuarto, se subieron a nuestra cama y no se nos despegaron más (sobre todo de L, que tiene un imán para los animales). Dormimos los cuatro juntos: Lucy se enroscó sobre mi cabeza, Doris se estiró en diagonal en el medio y nosotros nos acomodamos en los huecos. A las siete de la mañana del día siguiente sonó la alarma perruna: Lucy nos sacudió y Doris golpeó el piso con las patas como si estuviera bailando tap. Les di de comer, las dejé salir al jardín y me acordé de todo lo que nos había dicho Andrew: si Doris se baja de la cama en mitad de la noche y hace ruido decile que se vuelva a subir, si Lucy se para al lado de la ventana del living quiere decir que tiene que ir al baño, denles de comer dos veces al día, Doris come más porque es más grande pero Lucy va más veces al baño, sáquenles las lagañas a la mañana porque sino se endurecen y les pueden lastimar los ojos, acá cerca hay un parque donde las llevo todos los días a jugar, junten la caca en una bolsa y tírenla en este tacho, si salen al jardín y está embarrado límpienles las patas antes de volver a entrar, si salen de noche pónganles los collares luminosos, que no corran en esta parte de la casa porque patina. Nunca tuve mascotas —más allá de un pato durante unos días y algunos animales que cuidé en casas de amigos— así que hice todo con extremada cautela.

Doris

Lucy y su mirada humana
Durante los días siguientes nos fuimos turnando. A veces L y yo las sacamos a pasear juntos, a veces fuimos solos con las dos perras. Me gustó conocer la ciudad desde la cotidianidad y la óptica de dos animales. Cada vez que íbamos al parque olían todo lo que encontraban en el camino, casi siempre nos cruzábamos con otros perros e intercambiábamos saludos con sus dueños. Arriba (al parque se sube por una escalera) les podíamos sacar las correas y dejarlas correr alrededor de la cancha de baseball. Demostraron ser perras muy obedientes y de a poco fuimos conociendo su personalidad: a Lucy, la más chica, le encanta esconderse entre los arbustos, Doris es experta en desenterrar pelotas de baseball. Como son perros grandes, cuando los nenes japoneses las veían correr hacia ellos se ponían a gritar y se subían a los bancos. Después se daban cuenta de que eran muy amorosas y se les iba el miedo. Con Doris jugamos al interminable “tirame la pelota que la agarro y te la traigo para que la vuelvas a tirar” y Lucy aprovechó las distracciones para esconderse por ahí. Repetimos el ritual del paseo dos veces por día y me gustó tener esos cortes obligatorios durante mis horas de trabajo.

En realidad está prohibido que los perros entren a la cancha de baseball, pero ellas aprovecharon una distracción nuestra para entrar por la reja y correr en círculos.

Jugando.

Los nenes del parque

Todavía no empezó el otoño
El último día las llevamos a Yoyogi Park, uno de los parques urbanos más grandes de Tokio, a un kilómetro de la casa. Dentro del parque, una mujer anunció por altoparlante, en varios idiomas, que no estaba permitido que los perros fueran sin correa, pero al rato encontramos un espacio off-leash (libre de correas) y las dejamos correr ahí adentro. Se hizo de noche rápido, a las cinco de la tarde ya estaba oscuro, así que les pusimos los collares luminosos para no perderlas de vista y seguimos jugando a la pelota hasta que otro perro nos la robó. Me agaché a buscar la linterna del teléfono en la mochila y un galgo me dio un cabezazo (?).
Volvimos a la casa un rato antes de que llegaran los dueños. Yo que soy bastante obsesiva del orden y la limpieza intenté dejar todo impecable: pasé la aspiradora, limpié la cocina, ordené el living y por poco lustré y perfumé a los perros. Me preocupaba haber separado bien la basura, que en Japón es muy importante porque el camión de basura junta una categoría distinta por día, y no haber dejado nada fuera de lugar. Todo salió bien. Amanda y Andrew llegaron y se encontraron con la casa en orden y dos mascotas felices, y para el dueño eso es lo importante.

La entrada a Yoyogi Park.

Yoyogi Park visto de arriba
Algunas reflexiones acerca de housesitting:
* Como primera experiencia me gustó pero quisiera hacer estadías más largas, cuidar una casa al menos un mes, tener más tiempo de acomodarnos, generar rutinas, disfrutar la casa y vivir el lugar.
* Hacer petsitting es mucho más demandante de lo que pensé, tal vez porque nunca tuve mascotas y no sabía el trabajo que implica cuidarlas. Además, como fue la primera vez que estuvimos a cargo de animales ajenos por tantos días, me preocupé más de la cuenta, pero supongo que es normal. Cuidar mascotas es una responsabilidad enorme.
* Me gusta que exista un intercambio así y que todo esté basado en la confianza: no debe ser fácil para un dueño dejar a su casa y a sus mascotas en manos de desconocidos, pero mientras haya confianza de parte de ellos y responsabilidad y honestidad de parte nuestra, todo funciona.
* Cuidar una casa (y mascotas, sobre todo) es un trabajo que demandará varias horas de tu día. Si bien tendrás un lugar gratis donde dormir, también tendrás tareas diarias que te obligarán a cambiar el ritmo del viaje, así que tené eso en cuenta si decidís usar esta modalidad. Me parece que es ideal para viajeros que quieren quedarse quietos por un tiempo.
* En mi opinión, housesitting es para vos si: querés practicar slow travel, no necesitás tener mucha vida social o salir mucho, te gusta estar en casa y hacerte cargo del mantenimiento (limpieza, jardín, correspondencia, etc), trabajás a distancia, querés pasar mucho tiempo en un mismo lugar, te gustan los animales, podés pasar períodos de tiempo largos en casas alejadas (muchas de las casas que se ofrecen para cuidar están en el campo)
* y housesitting NO es para vos si: estás en un lugar exclusivamente para hacer turismo (no podés irte todo el día si estás a cargo de cuidar mascotas), te vas de viaje y ya tenés un itinerario armado o poco tiempo, querés moverte rápido de un lugar a otro, no estás preparado para dedicar gran parte del día al cuidado de la casa y de sus mascotas.
[box type=star]
Info útil para hacer housesitting:
- Hay varias webs que conectan owners con sitters. Las más conocidas y usadas son:
- trustedhousesitters.com (cobran una membresía anual de 99 dólares, que se amortiza rápido cuando conseguís tu primera casa, y es una de las webs con mayor cantidad de ofertas.)
- mindmyhouse.com (online desde el 2005, cobran una membresía anual de 20 dólares)
- housecarers.com (online desde el 2000, cobran una membresía anual de 50 dólares y te dan un período de 30 días gratis de prueba)
- Lamentablemente, housesitting no es una modalidad que esté expandida en todo el mundo. Las oportunidades están principalmente en Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y algunos países de Europa. Y como hay muchos más sitters que casas, la competencia es alta. Así que si estás pensando seriamente en convertirte en housesitter y viajar usando esta modalidad, te recomiendo que leas La guía de House Sitting – Descubre cómo viajar gratis alrededor del mundo cuidando casas, escrita por Magalí Vidoz. Ahí está todo explicado: qué es el housesitting, en qué países se puede hacer, qué webs usar, cómo ser un buen sitter, cómo armar tu perfil, cómo postularte para una casa, qué hacer si te aceptan, qué información pedirle a los dueños, qué hacer frente a una situación negativa y muchas cosas más. Yo la leí antes de viajar y me ayudó mucho. [/box]
Hola, Aniko.
Con Rapha, mi esposo, estamos viajando hace 8 meses por Europa y hemos hecho Housesitting en UK. ¡Nos encanta! Además de que es una excelente forma de ahorrar, es hermoso el vínculo que generás con las mascotas y sus dueños, nosotros nos hemos encariñado mucho. Abrazo desde Porto.
Sí, coincido, ¡está buenísimo!
¡Estaba esperando este post! Nosotros también necesitamos (aunque sea cada tanto) una cocina, una heladera, un lugar para lavar la ropa, una baño propio. Pero como estamos viajando por América no sabemos si vale la pena, pero en Twitter cada tanto aparecen ofertas de Ecuador o México, por ejemplo, y nos tentamos en hacer un perfil. ¡Y La Guía (de Maga) nos tienta más! Y de vuelta surge la duda: Es demasiado bueno para que justo encontremos nosotros alguna oportunidad que cierre. Ya veremos… ¡Saludos! ¡Buena trayectoria!
Es cierto que en América hay menos opciones que en otras partes del mundo. Una sugerencia: revisen la web de Trustedhousitters cada tanto (pueden ver los anuncios sin necesidad de pagar la membresía) y si aparece una casa por América a la que quieran aplicar como housesitters, ahí sí pagan la membresía, se arman el perfil y mandan la solicitud. No hay nada como tener una casa de tanto en tanto!
Una pregunta un poco tonta tal vez…podían sacar lo que quisieran de la heladera del dueño, compraban su comida o la reponían? Muchas gracias!
Buena pregunta! Me olvidé de mencionarlo en el post. En este caso, los dueños nos dijeron que comiéramos lo que quisiéramos, pero la verdad es que nos dio un poco de cosa hacerlo así que fuimos al super y nos armamos nuestro propio stock de comida. Una sola vez consumimos una botella de leche de la heladera pero la repusimos antes de que volvieran. Lo que sí usamos, con permiso de ellos, fueron cosas básicas como sal, pimienta, aceite, manteca y miel.
AHHHHH Orgullo housesittinero máximo (?) jajaja ¡Hermosa casa y hermosa experiencia! Definitivamente es especial tener una casa por un tiempo más largo (Oceanía mis amores, Australia ante todo) pero comenzar por una casita es super importante. Y tenés tanta razón, cuidar mascotas es un trabajo, una responsabilidad enorme y hay que tener ganas/energía de viajar de esa forma. ¡Sigan buscando! Ya van a encontrar casitas de más larga duración. Chivo: nomador.com es una página de origen francés que tiene muchísimas ofertas para Francia, además de que la dueña es di vi na y la filosofía es super distinta al resto de las páginas. Fíjense y quizás puedan encontrar algo para algún lugar bonito de Francia y de algunos meses :) ¡Feliz por ti hermosa! M.
Hola Maga,
Esto es gracias a tu guía! :)
Sí, cuidar mascotas es mucho trabajo y hay que tener ganas de hacerlo.
Genial lo de nomador! Lo voy a mirar a ver si encontramos algo cuando vayamos para allá.
Beso enorme, después quiero saber cómo te fue con el taller!
Hola Aniko :D
Yo quiero hacer housesitting algún día y hasta ahora me preocupaba que: no tenía experiencia y no tengo mascotas (aunque me gustan, pero no tengo espacio) y este post me ha tranquilizado :) wouuu entonces si se puede
Por cierto acerca de esto último que comentas, en el último mes ha llegado a Latinoamérica la promoción de un sitio que se llama Airbnb (o algo así) y cuando entré a revisar pues es prácticamente lo mismo pero el que alquila el lugar sí gana dinero; sorprendentemente tiene muchísimas quejas y malas experiencias lo cual se me hizo curioso porque la confianza y responsabilidad no son suficientes en ese negocio que se supone es el origen de esta genial forma de viaje.
Saludos a ambos :D
Hola Magui,
Sí, se puede aunque nunca hayas tenido mascotas. En nuestro caso, L sí tuvo perros y gatos así que tiene más experiencia que yo en eso.
En cuanto a Airbnb, son dos cosas totalmente distintas: Airbnb es un sistema de alquiler de cuartos o de casas, no tiene nada que ver con el cuidado de casas que propone housesitting. Digamos que Airbnb es un punto medio entre Couchsurfing y un hotel, porque te estás quedando en la casa de alguien (a veces tenés todo el departamento o casa para vos solo, a veces alquilás un cuarto y compartís la casa con otra gente) pero estás pagando por hacerlo (y, al haber plata de por medio, uno puede pedir más cosas: una buena conexión a internet, una cama, limpieza, privacidad).
Saludos!
Hola,
no sé donde inscribirme para hacer housesitting, me podés explicar?
Hola Silvia, al final del post hay un recuadro con info, ahí hay tres páginas donde podés escribirte para empezar a hacer housesitting. Saludos!
Felicidades! me parece genial!. Mi sueño sería poder viajar, conocer culturas y buena gente. Por desgracia la situación económica no me lo permite, pero gracias a vos puedo conocer lugares que nunca me imaginé que vería, y si bien quizás no los vea nunca personalmente, de la forma que relatás es como si estuviese ahí con vos. Me he pasado el día entero en tu blog entre Serbia, Croacia, Tokio; y un poco de todo. Puse en práctica lo que hiciste en Serbia, y me dejé llevar por el azar navegando por tu blog. Es realmente adictivo! no dejes nunca de viajar, por que gracias a vos, yo también puedo hacerlo :)
Muchas gracias, Luciano!
Qué bueno poder llevarte de viaje a través de la pantalla.
Saludos!
Hola, nunca escribí en tu blog pero vengo leyendo algunas cosas tuyas hace rato y ahora me encuentro con housesitting. Es algo que vengo queriendo hacer de hace rato pero lo dejé como un sueño. También me anoté en el grupo facebook. Yo soy estudiante y tengo 20 años. Me gustaría hacer algo así y más que ahora que se vienen las vacaciones en nuestro país (Argentina) El tema es que no trabajo, es decir apenas tengo ayuda económica para mis libros y demás. Quería preguntarte cuáles serían (maso menos) todos los gastos a tener en cuenta. Porque pienso en el pasaje de ida y vuelta, el cambio de moneda, dinero que siempre hay que tener por si nos pasa algo, para comida (no creo que alcance lo que te deja el dueño y tampoco queda bien comerle todo) y no sé qué más podría ser. Soy soltero asique serían mis gastos nomas.
Agradezco tu tiempo, la verdad te admiro por lo aventurera que sos. Gracias !
Hola Agustín,
Suponiendo que te aceptan como housesitter en, por ejemplo, Francia, necesitarías plata para cubrir los siguientes costos: pasajes aéreos, traslados internos hasta la casa, gastos diarios de comida y algún ahorro separado por las dudas (si tenés que ir al médico, o las mascotas tienen una emergencia y hay que llevarlos al veterinario —aunque en ese caso, los dueños se harían cargo de los gastos, pero vas a necesitar plata para pagarlo en el momento—). Si no pensás hacer ninguna actividad más que estar en la casa y tal vez trabajar desde ahí, no necesitás plata para mucho más. Pero si tenés planeado hacer un poco de turismo, recorrer, ver museos o pagar alguna entrada, tenés que considerar esos costos.
Saludos!
Hace tiempo que descubrí tu blog, ya no me acuerdo como…leo cada tanto, ahora me encanto leer sobre Japón, y esta experiencia me copo mucho, me gusta mucho leerte, es como si en ese ratito estuviera con ustedes allá, las fotos ayudan mucho, (y eso que estoy en Microcentro, jajaja). Seguí escribiendo, así sigo viajando! Gracias!!!
Aniko, fantástico tu blog. Sabes que me surgió una duda recién y es que yo viajo a europa en unos meses para pasear, conocer, etc.. el tema es que tenía en la cabeza que solo podía ir por tres meses por el límite de residencia (pensando en italia) pero… Siendo que voy a estar yendo de un lugar a otro, estoy limitado a estar tres meses en europa? o podría ser más suponiendo el cambio de países? A la hora de sacar el pasaje a barcelona digamos.. me pedirán que el pasaje de vuelta sea en menos de tres meses? Saludos!
Hola Bruno, no podés estar más de tres meses (en un período de 180 días) en los países que pertenecen al Espacio Shenghen, pero sí en otros países de Europa. En este post lo explico mejor, ya que puede ser medio confuso: https://viajandoporahi.com/datos-y-consejos-para-viajar-por-europa
En cuanto al pasaje de vuelta, no estoy segura, quizá te convenga sacar un pasaje a, por ejemplo, Marruecos, para demostrar que vas a salir de Schenghen.
Saludos!
MUY BUENA TU IDEA DE VIAJAR! SIEMPRE CON MUCHO AMOR POR LOS ANIMALES, NO?
Cada ves que leo tu blog me surgen muchas ideas ,pero a la vez estoy viviendo en la casa de unos amigos por un tiempo . y traslado tu informacion a mi diario vivir y realmente estoy haciendo lo que hicistes en Japon . cuidando a Miky…es un cachorro grunonnn !!!! pero muy noble , cierto las mascotas demandan tiempo y depronto algun conocimiento basico de arbirtro o referi porque al verse con otras mascotas les aflora el instinto animal. Saludos y gracias por compartir esas maravillosas vivencias.
Ahhh, el tema de separar la basura. Qué nerviosa me ponía. Y en la calle nunca sabía bien donde tirar entonces la llevaba conmigo al lugar donde me estaba quedando que creo entendía bien qué hacer. Me encanta Aniko. Te sigo por IG y es un placer ver tus fotos. Besoo!
Hola Aniko simplemente me encanta tu blog, cada vez que se me van un poco las ganas de viajar veo tu blog y se me cargan las pilas, sueño con vivir viajando como vos, me gustaría que sigas haciendo esto de housesitting y sigas escribiendo al respecto.
Mucha suerte y exitos . .
Toc toc… saludos desde México…
Caramba !… tantas cosas por aprender…
Gracias por compartir.